Según las fuentes, ninguna persona dará falso testimonio contra su prójimo. En otras palabras, no deberías mentir. Todas las religiones convencionales están de acuerdo en que mentir está mal. Claro, no necesitas tener fe en un poder superior para entender que decir mentiras es una tontería e inmoral. Hay muchas razones lógicas para evitar decir mentiras. Éstos son algunos de ellos:
1. Recordando tus mentiras
¿Qué tan bueno crees que es tu memoria? Si le mientes a alguien, debes poder recordar exactamente lo que le dijiste. Si alguna vez olvida la mentira que dijo, existe la posibilidad de que se contradiga más tarde y luego sea atrapado. Incluso puede encontrar que necesita decir una segunda mentira para evitar ser descubierto por la primera. Decir numerosas mentiras obviamente significa aún más recordar. Antes de que te des cuenta, puedes encontrarte enredado en una intrincada red de drama y engaño. La vida es mucho más simple cuando te esfuerzas por ser directo y decir la verdad.
2. Perder la confianza de las personas.
Cuando te atrapan mintiendo, la gente tiende a desconfiar de ti a partir de ese momento. Si mientes habitualmente, la gente se volverá especialmente cautelosa contigo. Puede llegar un momento en el que nadie crea nada de lo que tiene que decir, a pesar de que en realidad esté diciendo la verdad. Cuando alguien desconfía de ti, es poco probable que quiera ser tu amigo o tener una relación cercana contigo. Por lo tanto, el mentiroso habitual es a menudo una persona muy solitaria.
3. Una mala reputación
Cuando la gente te conoce por mentiroso, tu reputación está básicamente arruinada. Además, la naturaleza humana es chismear, por lo que las noticias de tus mentiras se difundirán rápidamente. Que te atrapen diciendo mentiras es vergonzoso y te hace ver como una persona mareada. Cuando ves una mentira, asumes que no te descubrirán. Por lo tanto, presumes que eres más inteligente que las personas que te rodean. Solo un mentiroso subestima la inteligencia de otras personas. ¿Realmente quieres que otros piensen que eres un imbécil por una mentira que dijiste?
4. Es adictivo
Al principio, mentir puede parecer gratificante. Cuando alguien se traga una mentira que usted ha dicho y usted se sale con la suya, puede proporcionarle una sensación de poder adictiva. Debido a que te saliste con la mentira una vez, es posible que sientas la tentación de mentir nuevamente para ver lo que puedes obtener de ella. Antes de que te des cuenta, has dicho tantas mentiras que se hace difícil recordar exactamente lo que dijiste, y eso significa un estrés adicional. Es entonces cuando comienzas a darte cuenta de que mentir es lo mismo que cualquier otra cosa adictiva. Hay consecuencias negativas asociadas con esto. Sin embargo, una vez que te enganchas a mentir, romper el patrón puede ser difícil.
5. Ramificaciones legales
Si bien es poco probable que decir la extraña mentira blanca pueda meterte en problemas con la ley, sí podrían ser mentiras más serias. Quizás pienses que nunca dirías una de esas mentiras más serias. Sin embargo, cuando alguien adquiere el hábito de mentir, generalmente comienza con pequeñas mentiras y se intensifica lentamente. Las mentiras que dices hoy podrían no meterte en problemas con la ley, pero ¿qué pasa con las mentiras más grandes que puedas contar en el futuro?
6. Relaciones destrozadas
¿Cómo te sientes cuando descubres que alguien más te ha estado mintiendo? La mayoría de las personas se sienten bastante enojadas cuando descubren que les han mentido. Cuando la persona que mintió es alguien que supuestamente te ama, las mentiras pueden incluso causar dolor emocional. Muchas relaciones amorosas entre buenos amigos, familiares y amantes se han arruinado por completo debido a una mentira contada por una persona a otra. ¿Merece la pena decir una mentira que podría causarle a la gente que te rodea? ¿Vale la pena perder una relación que es valiosa para ti? ¿Quieres que a las personas que te importan hoy no les gustes mañana? Estas son preguntas que debes considerar seriamente antes de decir una mentira a alguien que amas.
7. Autoestima
Decir muchas mentiras no solo tiene un impacto en la forma en que otras personas te ven. También tiene un efecto perjudicial en la forma en que te ves a ti mismo. Es difícil que te guste la persona que eres cuando no te gusta lo que haces. Cuantas más mentiras digas, menos respeto tendrás por ti mismo. Cuando no crees en ti mismo, es más difícil alcanzar metas y objetivos personales. También dificulta que otras personas crean en ti.
8. Perder tu identidad
Decir mentiras es a menudo un negocio complicado. La gente esperará que reflejes la imagen que has pintado de ti mismo con las mentiras que has dicho. Supongamos, por ejemplo, que ha mentido acerca de ser rico y exitoso. Las personas que creyeron esa mentira probablemente esperarían que te comportes con un poco de clase y decoro. Por lo tanto, cuando mientes regularmente sobre quién eres, es posible que tengas que jugar un papel diferente dependiendo de con quién estés en ese momento. ¿Realmente quieres vivir una vida que implique interpretar personajes diferentes en lugar de ser tu ser natural? Si estás actuando constantemente debido a las mentiras que has dicho, es fácil perder la noción de quién eras originalmente.
Si decir mentiras le ha dificultado la vida, tal vez sea hora de comenzar a decir la verdad. Una vez que comience a decir la verdad, verá que su vida comienza a ser menos complicada. En lugar de preocuparte de que cierta persona descubra la mentira que has dicho, podrás concentrarte en seguir con tu vida.