Dios es un concepto desarrollado por el hombre. Ninguno de los otros seres vivos ha intentado deificar lo desconocido y nombrarlo tanto como los humanos lo han hecho durante varias generaciones. La creencia de que hay una fuerza súper natural detrás de todo en el Universo es en sí misma una imaginación de los humanos.
Dios, sea cual sea el nombre que él o ella se llame, es una fuente de energía desconocida que está detrás de todas las demás energías en el Universo. Esta creencia ha llevado a muchas religiones que, a su vez, han dividido literalmente a los humanos tanto como los idiomas lo han hecho durante varios miles de años.
En cuanto a si la creencia en Dios es necesaria, el cerebro es, después de todo, un centro de reacción química y, por lo tanto, puede crear trastornos de comportamiento. La percepción y las creencias también han creado sentimientos tan anormales que pueden provocar depresión, exceso de entusiasmo y / o pena extrema. Estos solo pueden ser controlados por otras sustancias químicas liberadas para neutralizar, lo que solo se puede hacer cuando uno encuentra paz y calma en su interior. La sensación de consuelo y calma siempre hace que la mente supere la angustia y el miedo. Dios trabaja como una solución a las situaciones extremas. El hecho de que haya alguien que se encargará de nuestros factores incontrolables y nos ayudará a mantener un equilibrio dentro de los procesos de pensamiento.
El pensamiento positivo y el enfoque se logran cuando uno cree en algo más alto que uno mismo. Este sentimiento natural es clave para empujarse más allá del potencial de uno. ¡Dios como concepto ayuda a lograr esto!