En realidad, se ha investigado un buen número de “milagros” y se ha encontrado que faltan. Por ejemplo, el Investigador Escéptico publicó un estudio de varias estatuas de “llanto” o “sangrado” que se habían investigado hace algunos años.
Se descubrió que todos eran “fraudes piadosos” con individuos que usaban métodos conocidos para “cargar” el yeso poroso con líquidos y hacer agujeros cerca de los ojos.
El “Sudario de Turín” ha sido examinado exhaustivamente y es bien conocido por ser un artefacto. Los verdaderos creyentes siguen presentando argumentos ad-hoc, pero el hecho es que la tela ha sido fechada con carbono con precisión y los pigmentos involucrados identificados, así como el hecho de que la región (Turín) era conocida como productora de tales “artefactos sagrados”. “Como” piezas de la verdadera cruz “.
Los métodos utilizados por los “sanadores de fe” y reclamados como milagros han sido ampliamente examinados y son trucos bien conocidos. James Randi escribió un libro completo sobre el tema. También desenmascaró al supuesto sanador de fe Peter Popoff en el Tonight Show.
- ¿Cuál es la diferencia entre la verdad y el conocimiento en su opinión?
- En su opinión, ¿cuáles deberían ser las preguntas finales (como las balizas) que uno debería tener a la vista para seguir acercándose a la verdad y la realidad?
- ¿La rudeza es parte de la honestidad o qué?
- ¿Qué hechos son los más indiscutibles?
- ¿Qué puede ser simultáneamente verdadero y falso?
Otros trabajadores milagrosos desacreditados incluyen el “cirujano psíquico” “Arigo del cuchillo oxidado” y una versión más contemporánea de la misma bolsa de trucos, “Juan de Dios”. Ambos fraudes y desde hace mucho tiempo desacreditados.
(Arigo escribió “recetas” indescifrables para sus víctimas. Su hermano, farmacéutico, fue la única persona que pudo descifrar estos trozos de papel y les proporcionó a las víctimas píldoras de azúcar o viales de agua coloreada, por lo que pagaron mucho).
Y así sucesivamente y así sucesivamente.
Muchos milagros quedan sin estimular porque las autoridades religiosas no permitirán ni tolerarán la investigación. Los escépticos han pedido en repetidas ocasiones examinar la “sangre reliquificadora” de San Janaurius que se trota anualmente y que misteriosamente vuelve a ser líquido en su recipiente sellado. Se sospecha que es un químico simple que se vuelve a licuar por el calor de las manos del sacerdote, pero la iglesia no permitirá que sea examinado.
Asimismo, la imagen milagrosa de la Virgen María, “Nuestra Señora de Guadalupe” que apareció en el manto de Juan Diego en el siglo XVI. El examen visual del artefacto muestra que es una pintura simple, pero la iglesia no permitirá el análisis.