Porque no son similares sino idénticos.
Algunos coroanos respondieron que ya no existe el ateísmo ferviente. Respetuosamente no estoy de acuerdo. Nací en un país comunista del este de Europa y he sido testigo de un poco de ateísmo ferviente. Sin embargo, la verdad sobre lo que hicieron los comunistas entre 1945 y 1989 en el bloque comunista solo ha surgido en las últimas décadas y ha conmocionado a todos los que se han dado cuenta.
Como referencia, tómese el tiempo para leer un pequeño artículo: El genocidio de las almas. El experimento Pitesti.
Algunas personas pueden decir (y ya lo han dicho) que Stalin y los líderes comunistas no son el mejor ejemplo de ateos fervientes.
Sin embargo, el ateísmo es solo una creencia en sí misma y los comunistas han actuado sobre esta creencia de que la materia y las cosas que caen bajo la observación directa de los sentidos son la verdad absoluta. La religión en su opinión era “opio para la gente”, solo una manifestación de creencias arcaicas y una “cruzada” debe ser combatida contra estas personas atrasadas para iluminarlos y darles la buena noticia.
¿Ves un patrón?
En mi opinión, cualquier extremismo está mal. Del lado del cristianismo, Jesús nunca ha abogado por el extremismo, especialmente cuando se trata de difundir el Evangelio. Sin embargo, algunos de sus seguidores volvieron al extremismo porque fueron alimentados por otros fines que simplemente difundir el Evangelio (codicia, amor por el poder, orgullo, etc.) y porque al final confiaron en sí mismos más de lo que confiaron en Dios (también conocido como sus propios dioses).
Los ateos (comunistas) han hecho lo mismo. Impulsados en algunos casos por preocupaciones éticas de que la religión aplicada incorrectamente hace más daño que bien y el abuso del poder del clero corrompe y trae sufrimiento a sus seguidores, buscaron deshacerse de cualquier deidad y creencia anticuada y luego se volvieron contra las personas religiosas.
Muchos creían sinceramente que es su deber moral desterrar la corrupción vista en la nobleza y el clero y ofrecer la misma oportunidad a todos, pero de alguna manera eran más iguales que los demás.
Esta superioridad moral percibida es la base común de cualquier extremismo. Basado solo en esta creencia, cualquier persona fuera del círculo es un enemigo y debe ser reeducado o terminado.
TL; DR El extremismo no tiene colores. Los ateos o las personas religiosas que imponen sus puntos de vista a cualquiera por la fuerza, son lo mismo, sin importar la racionalización que se provean. Y son a lo sumo malvados y al menos altamente ignorantes.