Hay dos posibles respuestas a esa pregunta, dependiendo del significado de “universal” que se pretende.
Existe una universalidad gnóstica, que aborda una creencia teóricamente conocida y creída universalmente, como podríamos ver si hubiera una deidad teísta que se comunicara de manera competente. Si existiera tal ser, presumiblemente sería competente para transmitir su mensaje con suficiente competencia para que su verdad sea lógicamente evidente para la gran mayoría de quienes entran en contacto con él. Pero, en los millones de años que ha existido la humanidad, y sobre los aproximadamente 101 mil millones o más de humanos que han vivido y muerto en todo ese tiempo, ninguna fe teísta ha capturado más de tal vez el 10-15% de ese total. Si hay una deidad que desea ser universalmente conocida (mucho menos adorada universalmente), entonces ha fallado fatalmente.
Pero si estamos hablando de una realidad universal más allá de lo que se afirma para las creencias teístas, bueno, seguramente hay algo de “verdad” en cuanto a si un fundamento metafísico subyace a la existencia y, de ser así, cuál es la naturaleza de este fundamento. Para esto, hay muchas posibilidades, y el camino hacia la verdad será a través de la lógica y la ciencia.