¿Por qué decimos que los sacramentos son eficaces?

Primero, ¿qué significa esta palabra “eficaz”? La palabra significa esto según google “(de algo inanimado o abstracto) exitoso en producir un resultado deseado o deseado; eficaz ”. Por lo tanto, al decir que los sacramentos son eficaces, en realidad estamos diciendo que son efectivos o que son capaces de producir los resultados deseados.

La razón por la que decimos esto es porque queremos enfatizar que los sacramentos son efectivos en sí mismos por medio de Cristo; no necesitan cosas externas para ser efectivos. Cristo, quien nos los administra, los hace eficaces. No es el sacerdote o el administrador quien los hace efectivos; en otras palabras, no dependemos del sacerdote para que los sacramentos sean efectivos.

Sin embargo, como casi todos los dones de Cristo, dependen de nuestra reacción a ellos. Nuestra reacción hacia ellos puede determinar su efectividad en nosotros al menos hasta cierto punto.

Aquí hay algunos pasajes del Catecismo para ayudar a explicar:

1127 Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan. Son eficaces porque en ellos Cristo mismo está obrando: es él quien bautiza, quien actúa en sus sacramentos para comunicar la gracia que cada sacramento significa. El Padre siempre escucha la oración de la Iglesia de su Hijo que, en la epiclesis de cada sacramento, expresa su fe en el poder del Espíritu. A medida que el fuego transforma en sí mismo todo lo que toca, el Espíritu Santo se transforma en la vida divina, todo lo que está sujeto a su poder.

1128 Este es el significado de la afirmación de la Iglesia de que los sacramentos actúan ex opere operato (literalmente: “por el hecho mismo de que la acción se realiza”), es decir, en virtud de la obra salvadora de Cristo, realizada de una vez por todas. De ello se deduce que “el sacramento no es forjado por la justicia del celebrante o del receptor, sino por el poder de Dios”.

1129 Desde el momento en que se celebra un sacramento de acuerdo con la intención de la Iglesia, el poder de Cristo y su Espíritu actúa en él y a través de él, independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo, los frutos de los sacramentos también dependen de la disposición de quien los recibe.

La efectividad de los sacramentos proviene del sacrificio de la cruz que se realizó “de una vez por todas”, garantizando que los sacramentos siempre tendrán esta eficacia. No obstante, nuestra “disposición”, que implica nuestro estado de gracia y apertura a la gracia, puede afectar la eficacia de los sacramentos en nosotros. Sin embargo, esto no quiere decir que los sacramentos se vuelvan inherentemente menos eficaces. ¡Espero que esto ayude!

Decimos que los sacramentos son eficaces porque hacen lo que simbolizan. El bautismo, por ejemplo, limpia no solo el cuerpo, sino también el alma. La reconciliación restaura al pecador a la plenitud de la comunidad cristiana y la comunión con Dios.