¿Cómo es crecer en una iglesia bautista del sur?

Infierno.

Los bautistas del sur creen que la Biblia es literalmente la Palabra de Dios. Inerrante ¿La creación de seis días? Así lo hizo Dios. Torre de Babel, Diluvio, Jonás y la ballena? ¿Un burro parlante? Ciencia real e historia real.

¿Bailando? No. ¿Una copa de vino? No. ¿Ser un pueblo peculiar en un mundo perdido y caído con el que no podemos reconciliarnos? Sí, y sin lugar a dudas. Si fuéramos “mundanos”, seríamos como la sal que ha perdido su sabor, no solo sin valor, sino también vergonzosamente.

Los amigos han sugerido que probablemente sería cristiano si no me hubieran criado como bautista del sur. Uno ha ido tan lejos como para sugerir que no ser evangélico es una “ventaja” cuando se trata de asuntos espirituales. Un buen amigo, un doctorado. huyendo de la Convención Bautista del Sur cuando se purgó de moderados y liberales, dijo que pasarían 50 años antes de que valieran la pena otra vez.

Sospecho que ambos son correctos.

No fue terrible. Fuimos a la iglesia el domingo por la mañana, el domingo por la tarde y el miércoles por la noche. El domingo por la mañana fue el servicio de la escuela secundaria. El domingo por la noche fue clase de Biblia y luego servicio. Los miércoles era una cena, luego clase de biblia y luego servicio. Los miércoles fueron más divertidos porque después de la cena, mis amigos y yo tuvimos tiempo de jugar dentro o fuera de la iglesia antes de que comenzara la clase. También estuve en el coro juvenil, lo cual fue divertido, aunque no pude cantar. Y Youth Group fue divertido. Tuvimos estudios bíblicos, por supuesto, pero tuvimos grandes líderes y fiestas con mucha comida y juegos. A veces íbamos en viajes divertidos. En la secundaria y preparatoria, los adolescentes nos sentábamos juntos en el servicio y pasábamos notas de un lado a otro.

Fue muy divertido de verdad. Ya no estoy totalmente de acuerdo con todo el dogma bautista del sur, pero crecer en él no fue horrible. La única parte que realmente odiaba era tener que usar vestidos, zapatos incómodos para el domingo y pantimedias (en mi tiempo). Odiaba las pantimedias.