Jesús mismo dio su doctrina en pocas palabras, cuando dijo que el mayor mandamiento era amar a Dios, y un segundo era así: amar a tu prójimo. Pablo comenzó como un fariseo bastante estricto, y estaba condicionado por su respeto por la ley. Por lo tanto, sus escritos tienen más que ver con seguir las reglas que Jesús. No obstante, Pablo también escribió que amar a los demás era de primordial importancia, como dice su carta a los Corintios: “Y ahora estos tres permanecen: fe, esperanza y amor. Pero el mayor de ellos es el amor.”
Cada vez que tienes un comentarista tratando de explicar las doctrinas de un fundador religioso, te encuentras con problemas, porque necesariamente estás viendo esa explicación a través de los ojos y piensas en otra persona. Se informa que Jesús hizo ciertas declaraciones, y Pablo hizo todo lo posible para explicar cómo estas ideas podrían llevarse a cabo en un mundo muy complicado. Sin duda, se equivocó, pero también acertó bastante. Y otros comentaristas han tratado de explicar lo que escribió Pablo, y luego otros trataron de explicar esos esfuerzos. Entonces, al tratar de entender a Paul, también es importante entender el contexto en el que escribió, porque gran parte de su escritura está dirigida a comunidades específicas que enfrentan problemas específicos. Estos detalles distinguirán sus escritos de los dichos y acciones reportados de Jesús.