Me gusta la forma de esta pregunta “¿Cómo apareció Dios?” Porque se centra en un enigma. La pregunta reverbera con imposibilidad. Sin embargo, es una pregunta fundamental: el tipo de cosas que debemos evitar antes de comenzar a pensar demasiado.
Me siento atraído por lo divino. Y no puedo decir por qué. Y encuentre las palabras huecas que explicarían tales cosas. Y sin embargo, el profundo misterio que rodea nuestra propia existencia lo llama.
Me atrae la idea de aquellos cuya experiencia de Dios les hace decirnos que Dios es imposible, inefable, innombrable y, sin embargo, fundamentalmente integrado con toda la existencia. Al igual que Siddhartha, quien después de encontrar la iluminación dijo que no podía comunicarse ni enseñarse, sin embargo, pasó su vida haciendo exactamente eso.
- ¿Es correcto conocer los caminos de Dios?
- ¿Cómo debo responder a los miembros de la familia religiosa que dicen que mi hijo no es trans porque “Dios no comete errores”?
- ¿Cuál es su postura sobre la piroteología?
- ¿Por qué Dios creó al hombre primero y solo después a la mujer?
- ¿Por qué Dios me salvaría?
Me atraen las tradiciones religiosas (antiguas o actuales) que se mueven con la idea de un primer jugador y me maravillo al darme cuenta de que están vivos.
Me atrae el paradigma de la población imaginaria del Olimpo. Como fue Freud, para ilustrar los arquetipos que vio escondidos en la naturaleza humana.
Me atrae el misterio compartido por tantos y descrito con tanta dificultad que su experiencia de “dios” se entendió solo como un sueño extraño. Julián de Norwich, Jalal ad-Din Muhammad (Rumi), los cabalistas judíos, Lao Tzu, los chamanes de la prehistoria, los escritores de Zen Koans.
Me atraen las vidas de los avatares que cambiaron el mundo con el ejemplo y nos mostraron a todos cómo vivir vidas morales en la comunidad y en la familia, y cuya descripción de Dios era fundamentalmente sobre la justicia y la compasión. Moisés, Jesús y Mahoma; pero también Buda, Zoraster, Confucio y sus semejantes.
Me siento atraído por la vida de los líderes que se acercaron a una comprensión más profunda de la justicia y la compasión, ayudaron a llevar la historia humana a un nivel más alto. Martin Luther King, Madre Teresa, Papa Juan 23, San Francisco, Eleanor Roosevelt, Karen Armstrong, Paul Tillich, Elie Wiesel vienen a la mente.