El rabino Benjamin Kahane (hijo del famoso rabino Meir Kahane) explicó el punto pero, a mi pesar, no puedo encontrar una copia de su explicación. Reconoció que el sacrificio de animales es impactante, y continuó diciendo que se supone que es impactante. Se trata de tener miedo directo. El mensaje es primero un recordatorio de que no somos seres etéreos hechos de pensamientos o emociones o ascii, sino que somos un conjunto de huesos, sangre y órganos como cualquier otro animal, no menos vulnerable y mortal que ellos. Si en nuestra debilidad animal no morimos ayer nosotros mismos, tenemos que agradecer a Dios. Y hay días en los que bien podríamos haber merecido morir, pecadores como somos. Pero Dios nos dice que puedes sacrificar esta oveja como expiación. Habiendo matado a esa inocente oveja, es mejor que limpies tu acto porque Dios no quiere que mates a sus criaturas y luego renuncies al trato.
Así recuerdo al menos la homilía. Tendría más confianza si pudiera encontrar una copia.