Bueno, amigo mío, si alguien intenta hacerlo, pregúntale, ¿cuál es el propósito de cantar un cuento de Navidad?
Todos sabemos que durante la Navidad tenemos la oportunidad de proclamar al mundo los mayores misterios de la creación. Cantamos villancicos para darle gloria a nuestro Dios. Para proclamar la verdad. Decirle al mundo que por qué creemos en Cristo y por qué estamos firmes en esta fe.
No creo que debas tener miedo de defender lo que crees. Si es así, usted no está seguro de lo que está haciendo.
Cuando estamos seguros de lo que creemos. Podemos decirlo sin miedo y sin EDICIONES. Entonces, cuando defendemos la gloria de Dios, ¿por qué debemos comprometernos por las creencias de otra persona?
- ¿Qué milagros realizó Jesús?
- ¿Estoy destinado a ser salvado por Jesús y vivir para él?
- ¿Hay algún pariente de Jesucristo todavía vivo hoy?
- ¿Cuáles son los atributos divinos de Jesucristo?
- Si alguien está dispuesto a ser torturado y morir por la humanidad, ¿eso haría a Jesús menos piadoso o relevante?
Es absolutamente absurdo quitar las limas de los villancicos navideños. Además, nadie se siente ofendido. No estamos imponiendo nuestra fe a alguien. Solo estamos celebrando y proclamando al mundo la razón de nuestra alegría hoy.
Entonces, ve y cuéntalo en la montaña … Lalala 🙂