Amamos a nuestros héroes de la vida real, los seguimos. Nuestros héroes de la vida real como Vivekananda, Shankracharya, Rammana maharishi, etc., que nos enseñaron el camino real de la vida veraz y como Subhasah Chandra Bose, Bhagat Singh, Gandhi o Shashtri, héroes patrióticos que nos han demostrado que vivimos para la Madre Tierra. Se convierten en nuestros ideales. Y hay diferentes héroes para diferentes campos como Filosofía, Mitología, Arte y Política. Pero todos son humanos y tienen limitaciones.
Dado que los humanos tienen limitaciones, los héroes pueden no ser necesariamente héroes para otros.
Hay una diferencia entre los héroes y Dios. Los héroes son humanos Pero Dios es lo máximo. Los humanos están en busca de su verdadero yo, el alma. ¿Qué es esa alma? Cual es su naturaleza Todo lo que vemos en este mundo muere, hay mucho dolor, crueldad, pero también hay mucho amor. Hay cosas contradictorias que existen al mismo tiempo en este mundo. Lo que sucede después de la muerte, lo que sucede después de la vida. Todas estas cosas instan al hombre a encontrar lo que hay detrás de todo esto, hay algo en el interior que necesita ser revelado. Eso se llama la búsqueda del conocimiento.
“Se dice que un joven desapasionado se acercó al filósofo griego y le dijo casualmente: ” ¡Oh, gran Sócrates, vengo a ti por conocimiento! “
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El filósofo llevó al joven al mar, entró con él y luego lo sumergió bajo el agua durante treinta segundos.
Cuando dejó que el joven tomara aire, Sócrates le pidió que repitiera lo que quería. “Conocimiento, oh gran”, farfulló.
Sócrates lo puso nuevamente bajo el agua, solo que esta vez un poco más .
Después de repetidas inmersiones y respuestas, el filósofo preguntó: “¿Qué quieres?” El joven finalmente jadeó , “¡Aire. Quiero aire!”
“Bien”, respondió Sócrates. “Ahora, cuando quieras saber tanto como quisieras aire, lo tendrás”.
Este proceso saca a relucir las cualidades virtuosas en el hombre y le permite tomar decisiones basadas en la verdad, lo que en última instancia conduce al bien. La disciplina de la mente solo puede beneficiar a su dueño; y así vale la pena buscar conocimiento.
Después de miles de años de meditaciones y prácticas, nuestros Grandes Sabios nos dieron el camino para darnos cuenta de nuestro verdadero ser y de nuestra verdadera naturaleza. Puedes llamarlo Alma o Dios, su existencia está demostrada tanto como tú o yo existe.