No solo puedes conservar uno, sino que debes hacerlo. Desde el comienzo de la iglesia, los íconos han sido una parte central de la fe. El ícono no es solo una buena imagen o un recordatorio. El ícono es una declaración audaz de la humanidad de Jesucristo (porque es humano, se puede pintar una imagen de él). El ícono declara que Jesús verdaderamente es carne y sangre.
La iglesia ortodoxa oriental llama a los iconos “ventanas al cielo”. La idea es que los iconos comuniquen que cuando un compañero cristiano muere, él o ella no se han ido. Todavía están muy vivos, más vivos ahora que antes. Y así como han orado por ti durante su vida física, ahora pueden orarán por ti en la eternidad.
Los iconos comunican que nuestra relación con Dios no es solo “Jesús y yo”. Somos parte del cuerpo de Cristo. Este cuerpo es la iglesia, que consiste en aquellos vivos ahora, en todo el mundo en una variedad de colores y culturas Y todos los creyentes que han vivido en esta tierra y ahora están vivos, en la presencia inmediata de Dios, orando por ustedes.
Entonces sí, mantenga un icono de Jesucristo en su hogar. Iconos de Theotokos (la virgen María) e iconos de los santos también.