Puede ser útil observar las diferentes motivaciones que las personas tienen para querer ser morales.
Parece que hay dos campos básicos:
Algunos sienten que deberían ser morales para cumplir con un estándar o ideal dado. Para ellos, la moral se convierte en una lista en blanco y negro de reglas que explican qué comportamientos son aceptables y cuáles merecen vergüenza o juicio.
- ¿Es Dios un mero concepto para predicar la moralidad a todos?
- ¿Es cierto que cada persona tiene una conciencia que le dice qué está bien y qué está mal? Entonces, ¿por qué elige el camino equivocado?
- ¿Es cierto que una persona con un alto sentido moral sufre más que alguien sin ningún sentido moral?
- ¿Cuáles son algunas parábolas inspiradoras con lecciones morales?
- Cómo venir de una conciencia culpable
Otros están motivados para ser las mejores versiones de sí mismos. . . crecer como personas y aprender a aportar el mayor valor posible por la forma en que viven sus vidas.
Un grupo ve la moralidad como una prescripción exacta e impuesta; el otro lo ve como una visión u objetivo que se vuelve más y más claro a medida que se acercan.
¿Una de estas motivaciones le da a la moral un mejor punto para existir?