No puedo decidir sobre el tema; Lo que creo depende de mi estado de ánimo. Tengo depresión crónica, y viene con buen humor (arriba) y mal humor (mal) y REALMENTE mal humor.
Cuando estoy de buen humor, creo en la reencarnación, y la evidencia de la reencarnación me consuela.
Cuando estoy de mal humor, todavía sigo creyendo en la reencarnación, pero la creencia me aterroriza porque en esos estados de ánimo considero que el mundo es literalmente el infierno y la idea de la reencarnación significa “Oh, mierda, nunca saldré de esta tortura eterna, ¿verdad? ”Utilizo todo tipo de evidencia para apoyar esta idea en esos estados de ánimo, citando enfermedades, guerras, parásitos y deformidades genéticas extremas como prueba de que el mundo es literalmente el infierno. Pero luego salí de esos estados de ánimo y dije: “Probablemente creas eso debido a la depresión; mucha gente está feliz en este llamado infierno “.
En mi mal humor REALMENTE, creo que la muerte es el final, nada más después, se apaga como la llama de una vela y nunca regresa, y en esos estados de ánimo que pueden aterrorizarme o consolarme.
- ¿Qué es la vida después de la muerte según los antiguos egipcios?
- Si pudiéramos nacer de nuevo después de la muerte, ¿qué te gustaría ser?
- ¿Acaso esas personas en una vida eterna eterna olvidarán que están muertas o que existe el concepto de ‘muerte’?
- Si no hay otra vida, ¿cómo se explican los fantasmas?
- ¿Por qué tanta gente niega un más allá cuando tantos han muerto y vuelven para contarlo?
Bueno, en realidad es aún más complicado que eso. A veces creo en Death Is The End durante el mal humor, y en Reencarnación en el infierno durante el mal humor REALMENTE.
Notarán, espero, que en ningún lugar existe la idea cristiana del Cielo o el Infierno (como en un lugar peor que este mundo). Considero la creencia cristiana tanto como la mayoría de la gente considera las antiguas religiones paganas romanas y griegas: una creencia tan ridícula que nunca me lo tomo en serio. En serio, los cristianos despotricando acerca de cómo voy a ir al Infierno alternativamente o me hacen reír como si fueran reconstruccionistas griegos antiguos que me advirtieran sobre los peligros del Tártaro, o me encuentro con sus quejidos con “¿Oh, voy al Infierno? Bueno, al menos estaré en territorio familiar, entonces. Te buscaré cuando llegue allí, tal vez Satanás me permita torturarte por un tiempo.