Para que la verdadera reforma no solo arraigue, sino que sobreviva y prospere, debe haber un apoyo intelectual, político y económico para la reforma. En el caso de la Reforma Protestante, la Iglesia Católica controlaba las escuelas, la política y la economía. Para que la Reforma tuviera éxito, era necesario que los intelectuales (y los maestros de la religión) la apoyaran, que los políticos la protegieran y que la economía fluyera hacia ella. Actualmente, el Islam es intelectualmente conservador y no apoya ni defiende a los clérigos reformistas. Tiene una protección política considerable para elementos extremos. Y tiene la economía del petróleo que apoya la teología conservadora. No veo los elementos de la reforma en este momento.
La religión generalmente se reforma como resultado de la pérdida de territorio y adherentes. Es posible que las pérdidas en el campo de batalla sean un catalizador para un movimiento de reforma real, pero como aprendimos de Martin Luther, necesitará líderes intelectuales para apoyar.