La respuesta de Debraj Mukherjee es muy buena, haciendo un análisis comparativo entre las dos ideologías.
Uno de los puntos clave que se puede leer es que, si bien el comunismo podría atraer a las masas en cualquier tipo de país (“cristiano, musulmán, hindú, judío o budista”), el Islam radical puede, naturalmente, solo atraer a los musulmanes. Por supuesto, los no musulmanes en cualquier país podrían convertirse, por la fuerza o por persuasión, pero el primer método requiere que el Islam Radical primero gane, y el segundo método es lento y tomaría generaciones.
La otra diferencia que destaca es que el comunismo fue capaz de obtener tracción entre las élites intelectuales debido a sus pretensiones científicas, mientras que el Islam radical, que requiere una fe ciega, tiene motivos más inestables.
Además de esas dos diferencias, hay muchas similitudes: ambas ideologías exigen una sumisión absoluta, ambas imponen el control totalitario de la sociedad.
- ¿Qué profeta o advertencia o guía fue enviado a los griegos por Allah?
- ¿Los países musulmanes mantienen una base de datos de gays conocidos?
- ¿Cuál es tu libro favorito sobre el Islam (después del Corán)?
- ¿Por qué eran conocidos los antiguos ejércitos musulmanes?
- ¿Cuáles son los derechos de los niños según el Islam?
En esa línea, el Islam radical ya ha ganado un territorio considerable. Las dos principales potencias musulmanas, Irán y su archienemigo Arabia Saudita, son en la práctica Teocracias islamistas, y la tendencia hacia la radicalización es casi universal entre los otros países musulmanes: Pakistán, Egipto, Irak, Somalia, etc., fueron algunas décadas Hace bastante secular, pero ahora la Ley Sharia gobierna de facto en todos ellos. Otros que ya eran religiosos en aquel entonces, como Bangladesh y Yemen, se han radicalizado cada vez más.
La pregunta sigue siendo si todo esto es solo un proceso de transformación “interno” (aunque trascendental) que afecta solo a los países musulmanes, o si representa una amenaza existencial para el resto del mundo.