¿Es la vida en Kabul, Afganistán, como se retrata en la película The Kite Runner?

En días soleados y cálidos en Kabul, y la lucha es feroz.

Esta es una batalla por el control de los cielos sobre la ciudad vieja, no entre máquinas voladoras hechas de metal y remaches, sino entre delicado arte aerotransportado construido con papel y cuerdas.

Los afganos han elevado el vuelo de la cometa – o “gudiparan bazi” – a una forma de arte, y una de sus principales atracciones es la lucha contra la cometa.

Para el visitante por primera vez, los cielos sobre Kabul parecen estar llenos de pájaros revoloteando o pedazos de papel atrapados por el viento. Una mirada más cercana revela cientos de cometas de colores brillantes que se elevan en el aire.

El régimen talibán prohibió los pasatiempos como el vuelo de cometas y la observación de aves, en la creencia de que tales pasatiempos no eran islámicos.

‘Te golpearían’

“Durante el Talibán, no se permitía volar cometas. Si volabas una cometa, [los talibanes] te golpearían y romperían el carrete y romperían la cometa. Incluso si tuvieras una paloma en la mano, o cualquier otra ave, te golpearían y lo liberarían “.

Sin embargo, la caída de los talibanes en la capital en 2001 significó que los afganos pudieran volar cometas nuevamente sin temor a ser castigados.

Para algunos sí.