¿Cuál es el propósito, para un creyente, de buscar enfrentar desafíos en el campo profesional cuando consideran a Dios como el que hace todo?

La pregunta hace un par de grandes suposiciones:

1. creyente = monoteísta
2. creyente = creyente en un Dios todopoderoso, que todo lo sabe, etc.
3. Dios toma todas las decisiones
4. Dios no desea que los creyentes tomen ninguna acción.

Los números 1 y 2 no son ciertos en una gran variedad de religiones. Incluso si tuviéramos que suponer creyente = monoteísta que adora a un Dios singular que es todo poderoso, si observa las escrituras de estas religiones, están llenas de declaraciones sobre lo que los creyentes deberían hacer. Alimenta al hambriento, ayuda al débil, trata bien a otras personas, etc.

Si la religión realmente creyera que las decisiones y acciones personales no tienen sentido, este no sería el caso. Por lo tanto, dado que estas decisiones y acciones se enfatizan como importantes, la suposición subyacente en 4 debe estar equivocada.

Porque ellos quieren. Ser creyente no significa que no tengamos impulso personal y ambición. Significa que debemos ser conscientes de que esos impulsos y ambiciones no nos consumen excluyendo todo lo demás, especialmente desarrollando nuestra relación con Dios. Cuando se pone en la perspectiva adecuada, esa relación debería mejorar y elevarnos en nuestras actividades.