¿Quién dijo ‘la religión es el opio de las masas’?

Aquí está la cita completa, de Wiki, no es difícil de encontrar y, como ya se ha señalado, Karl Marx.

El fundamento de la crítica irreligiosa es: el hombre hace la religión, la religión no hace al hombre. La religión es, de hecho, la autoconciencia y la autoestima del hombre que aún no se ha ganado a sí mismo o ya se ha perdido a sí mismo nuevamente. Pero el hombre no es un ser abstracto en cuclillas fuera del mundo. El hombre es el mundo del hombre: estado, sociedad. Este estado y esta sociedad producen religión, que es una conciencia invertida del mundo, porque son un mundo invertido. La religión es la teoría general de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica en forma popular, su punto de honor espiritual, su entusiasmo, su sanción moral, su complemento solemne y su base universal de consuelo y justificación. Es la realización fantástica de la esencia humana ya que la esencia humana no ha adquirido ninguna realidad verdadera. La lucha contra la religión es, por lo tanto, indirectamente la lucha contra ese mundo cuyo aroma espiritual es la religión.

El sufrimiento religioso es, al mismo tiempo, la expresión del sufrimiento real y una protesta contra el sufrimiento real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón y el alma de las condiciones sin alma. Es el opio del pueblo.

La abolición de la religión como la felicidad ilusoria de la gente es la demanda de su verdadera felicidad. Pedirles que renuncien a sus ilusiones sobre su condición es pedirles que renuncien a una condición que requiere ilusiones. La crítica de la religión es, por lo tanto, en embrión, la crítica de ese valle de lágrimas de la cual la religión es el halo. [2]

Fue Karl Marx, en su Crítica de la filosofía del derecho de Hegel . La cita completa, que rara vez se usa y que revela una mayor simpatía hacia las personas religiosas por parte de Marx que la versión corta, es así:

La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón y el alma de las condiciones sin alma. Es el opio del pueblo.