¿Hay algo imposible para que Dios haga?
No hay
Antes de presentar una solución a la paradoja de la omnipotencia, primero debemos explicar los tipos de “imposibilidades” que se dividen en tres grupos:
- ¿Qué evidencia hay de que Dios existe?
- ¿Te preguntas si todos los dioses principales son el mismo dios que con el tiempo y la separación aprendimos a adorar a ese dios de diferentes maneras?
- ¿Te das cuenta de cuánto te ama Dios?
- ¿Por qué Dios siempre prueba y castiga a las personas buenas / inocentes?
- ¿Podemos ver a Dios?
1- Imposibilidad esencial:
Lo que es imposible per se sin ningún otro factor involucrado. Una contradicción es una de las formas más obvias de imposibilidad esencial.
2- Imposibilidad accidental:
Lo que no es imposible per se, pero cuya ocurrencia requiere la realización de una imposibilidad esencial. Por ejemplo, la existencia de un efecto sin causa es una imposibilidad accidental porque su realización requiere una contradicción. Las imposibilidades esenciales y accidentales también se denominan imposibilidades lógicas.
3- Imposibilidad normal:
Que la ocurrencia de lo cual parece imposible con respecto a las leyes naturales conocidas, pero cuya realización no es esencialmente imposible ni requiere una imposibilidad esencial. La transformación de un bastón de madera en una serpiente, la curación de los enfermos sin medicamentos y el habla de seres inanimados son varios ejemplos de imposibilidades normales. Teniendo en cuenta las explicaciones anteriores, el poder de Dios no abarca imposibilidades esenciales y accidentales, y todas las preguntas que se hacen Dentro de la paradoja de la omnipotencia con respecto al poder de Dios en la realización de diversos actos hay imposibilidades accidentales. Por ejemplo, si contemplamos a fondo la verdadera naturaleza de la creación, que se llama causalidad en filosofía, nos damos cuenta de que el Creador, es decir, la causa que da existencia, trasciende todos los aspectos de la criatura, es decir, el efecto. Más específicamente, la existencia y todas las cualidades y características de las criaturas dependen de su Creador. Por lo tanto, suponer que una criatura cuyo creador no puede alterar o destruir, requiere suponer una situación en la que el “creador” sea simultáneamente y no sea el creador, lo cual es claramente una contradicción. En consecuencia, la creación de una piedra que el creador no puede levantar o la creación de un ser que el creador no puede destruir es una imposibilidad accidental y, como ya hemos dicho, el Poder Divino no abarca las imposibilidades accidentales.
Podría decirse así que el resultado del análisis anterior no es más que la aceptación de la infinitud del poder de Dios, pero es esencial tener en cuenta que la exclusión de imposibilidades esenciales y accidentales del reino del poder de Dios no es de ninguna manera un factor limitante para el poder divino porque esencialmente estas cosas no pueden originarse y, por lo tanto, están más allá del alcance de cualquier tipo de poder.
Sección Dos: El Camino a “Él”