Como con cualquier consejero, depende de algunos factores.
La capacitación para tratar problemas específicos es, por supuesto, una gran ventaja para estar ‘calificado’. El programa por el que pasé tenía cursos de asesoramiento pastoral. Examinamos muchas áreas temáticas, matrimonio, abuso de sustancias, problemas de salud mental y otras, como puede imaginar.
La mayoría de los miembros de la iglesia piensan que su pastor es accesible y no los ridiculizará ni los juzgará. Piensan que sus pastores han visto MUCHOS “problemas” de las personas (¡y querida, esa es la verdad!), Por lo que su problema no parecerá tan horrible o dramático como podría parecerle a nadie más. Por último, piensan que de alguna manera, el pastor podrá ayudar y respetará su privacidad.
Un pastor honesto escucha con empatía sin juzgar ni confrontar.
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Luego, el pastor necesita evaluar:
- ¿He entendido completamente lo que acabo de escuchar?
- ¿Es este un asunto que puedo ayudar a esta persona a resolver con una simple discusión? ¿Es la discusión confidencial y la aclaración de problemas el único factor necesario aquí: un espacio seguro para hablar?
- ¿Esto requiere un tipo particular de asesoramiento especial para el que estoy capacitado, o se indica experiencia específica?
- ¿Este asunto involucra problemas legales o invoca un deber para con la sociedad?
- ¿Soy la persona adecuada para que este miembro hable? ¿Quién debe participar para ayudar a esta persona lo mejor?
Un miembro del clero razonable y respetable pensará todas estas cosas y más.
Un buen pastor (por capacitación y experiencia) puede ayudar a resolver los problemas de la persona, pareja o grupo “en casa”, por así decirlo. Él o ella también sabrán cuándo están por encima de su cabeza y tendrán acceso a las vías de ayuda y curación.
Él o ella tendrá una larga lista de ambos consejeros profesionales calificados para tratar problemas específicos. Tendrán una lista de otros recursos que podrían estar involucrados (grupos de apoyo, AA, GA, centros psiquiátricos comunitarios / consejeros / recursos de medicamentos, recursos alimenticios, centros de crisis por violación, médicos, asesores legales, recursos para asuntos sexuales, etc., etc. .)
El clero, o un pastor, no está necesariamente calificado para lidiar con cada problema. Pero los buenos saben cuándo y a quién involucrar y conectar los recursos necesarios.
Como en CUALQUIER otra profesión, siempre está bien decir “No sé la respuesta, pero tengo una buena idea de cómo encontrarla. Caminaré hasta allí contigo.