Se podría decir que vengo de la filosofía católica, afirmando que Dios es el motor inmóvil de todas las cosas que dice que si vemos un cambio, este cambio se produce por algo que causa dicho cambio. El cambio es un fenómeno continuo, pero debe haber cierta fuerza en el universo que cause el cambio sin ser cambiado. También he reconciliado la filosofía católica con la filosofía encontrada en las iglesias ortodoxas que se conoce como “Palamismo” (aunque los cristianos ortodoxos no lo llaman así). Esta escuela de pensamiento proviene de Gregory Palamas y afirma que nunca podemos conocer la esencia de Dios (porque Él es infinito y nosotros somos finitos), pero podemos conocer a Dios a través de Su energía de cómo actuamos sobre el mundo. Esto se llama la distinción de las energías de la esencia y es un concepto central en el cristianismo oriental. Además de la filosofía católica clásica y la filosofía de los cristianos orientales, Meister Eckhart realmente lo reúne todo. Marcado como hereje por la Iglesia Católica, enseñó que la palabra de Dios, el “Logos”, está dentro de todos. Inspirándose en el Evangelio de Juan, creó una filosofía basada en la teología apofática (conocer a Dios por una relación con Él). Se cita a Eckhart diciendo: “Todo lo que Dios te pide con mayor urgencia es salir de ti mismo … y dejar que Dios sea Dios en ti”. Esto en su terminología se llama “vita activa” o “actividad pura”. Para entender que todos estamos conectados a un Poder Superior Metafísico / Fuerza / Realidad es para lo que sirven la oración y la meditación. También tengo un punto de vista muy existencialista de las cosas: todos tienen un propósito, somos arrojados a la vida, tenemos miedo de lo desconocido (“Das Nichts;” literalmente, “The Nothing”), y todos debemos examinar nuestra existencia humana ( “Dasein;” literalmente “Ser”). Pero ciertamente, la vida tiene un significado inherente que de hecho solo se puede descubrir si damos un “salto de fe”, como dice Soren Kierkegaard, y conocemos a Dios. Con todos estos conceptos en mente, he encontrado paralelismos en la filosofía y la religión orientales, en particular el hinduismo, el budismo y el taoísmo, pero presto especial atención a los filósofos del siglo XX Kitaro Nishida, Keiji Nishitani y Alan Watts, que expusieron el pensamiento oriental como entero.
En resumen, todos estamos conectados a algún tipo de Poder Superior. Si tenemos fe en un Poder Superior, entendemos la naturaleza de nuestra existencia y seguimos la vida como una experiencia en lugar de pensar en ella como un campo de pruebas, prisión, o creemos que no tiene ningún sentido. Dios no está ni aquí ni allá, sino más bien aquí y allá.