A través de Adán, la inclinación inherente al pecado entró en la raza humana, y los seres humanos se convirtieron en pecadores por naturaleza. Somos pecadores no porque pecamos; más bien, pecamos porque somos pecadores por la naturaleza humana heredada. Así como heredamos las características físicas de nuestros padres, heredamos nuestra naturaleza pecaminosa de Adán. Todos somos pecadores, tanto internos como externos. Aunque no seamos notorios “pecadores públicos”, todos compartimos una naturaleza caída y a menudo somos controlados por la “carne”, el “principio del pecado”, dentro de nosotros (Romanos 8). Las severas advertencias de Jesús a los fariseos hipócritas dejan en claro que el pecado que ignoramos y negamos es no menos grave en sus efectos que el pecado del pecador público.
Lucas 18: 9-14 Rey James Versión (RV)
9 Y habló esta parábola a ciertos que confiaban en sí mismos que eran justos y despreciaban a los demás:
10 Dos hombres subieron al templo a rezar; el uno fariseo y el otro publicano.
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11 El fariseo se puso de pie y oró así consigo mismo, Dios, te agradezco que no soy como otros hombres, extorsionadores, injustos, adúlteros, o incluso como este publicano.
12 Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo.
13 Y el publicano, parado lejos, no levantaba tanto como sus ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: Dios, sé propicio a mí, pecador.
14 Os digo que este hombre bajó a su casa justificado más que al otro: porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Es posible que nuestros propios corazones nos engañen y que haya una maldad oculta que ni siquiera sabemos que existe. Por eso, es algo muy bueno que Dios pruebe nuestros corazones.
David debe haber pensado que también era algo bueno. Él oró para que Dios lo probara.
Búscame, oh Dios, y conoce mi corazón: pruébame y conoce mis pensamientos. PD. 139: 23 RV
Proverbios 16: 2
Todos los caminos de un hombre son limpios a su propia vista, pero el SEÑOR sopesa los motivos.
Jeremías 17:10
“Yo, el SEÑOR, busco en el corazón, pruebo la mente, incluso para dar a cada hombre según sus caminos, según los resultados de sus obras.
Romanos 3: 10-12 Versión King James (KJV)
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.
11 No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
12 Todos se han salido del camino, juntos se vuelven no rentables; no hay nadie que haga bien, no, ninguno.
Proverbios 16: 18King James Version (KJV)
18 El orgullo va antes de la destrucción, y el espíritu altivo antes de la caída.
Humíllense, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él los exalte a su debido tiempo. 1 Pedro 5: 6