Desde el 11 de septiembre, fuentes acreditables dan cuenta de que los estadounidenses de derecha han matado a más ciudadanos que los musulmanes radicales. ¿Por qué Trump no se dirige a lo primero?

Porque los estadounidenses de derecha votaron por Trump en números masivos en noviembre pasado y jugaron un papel importante tanto en obtener la nominación republicana como en ganar las elecciones generales.

La negativa de Trump a abordar la cuestión de los estadounidenses de extrema derecha que aterrorizan a otros no es diferente a la negativa de Barack Obama a pronunciar las palabras “terrorismo islámico radical”.

Las personas de la extrema derecha que no son terroristas políticamente no quieren escuchar sobre los crímenes de sus hermanos más que las personas islámicas que no son terroristas quieren escuchar sobre los crímenes de sus correligionarios. Del mismo modo, la mayoría de los cristianos estadounidenses se sentirían extremadamente ofendidos si se concentrara en el supuesto cristianismo de las personas que bombardean clínicas de aborto, o de la Iglesia Bautista de Westboro y sus actividades. (Ni los bombarderos de la clínica de aborto ni el CMB defienden creencias consistentes con las enseñanzas de Jesús).

Como los lejanos votan por Trump y los musulmanes generalmente votaron por Obama, como políticos, se cuidan de evitar ofender a ese bloque de seguidores.

Dar o tomar lo que Trump debe hacer sobre cualquier cosa,

1 El hecho de que el número de musulmanes en los Estados Unidos es tan bajo en relación con la población total del país, y

2 antes del hecho es un poco difícil identificar si un musulmán en particular o un “” derechista “Estados Unidos es peligroso

El análisis baysiano sugiere que vivir cerca de una comunidad musulmana es más peligroso que vivir cerca de una comunidad de derecha, al menos en términos de temor a un ataque terrorista.

Por supuesto, es mucho más probable que muera en un robo fallido o en un accidente automovilístico que en un ataque terrorista.

Desafortunadamente, ser asesinado en un robo o accidente automovilístico no va a poner tu nombre en un periódico importante.

No es que te importe, pero …

Donald Trump ha dicho lo que ha dicho e hizo lo que ha hecho para ser elegido.

La mayoría de la gente no reconoce que tiene una enfermedad mental. A los narcisistas les gusta que el presidente sea amado y odian escuchar una sola palabra de crítica.

Dudo que sepa cuántos murieron o que tampoco le importa.

Porque eso no irá bien con su jefe, Steve Bannon.