Las pinturas no son especialmente relevantes, eso es solo una concepción artística. Mucho más relevante es que Joseph Smith y otros de los testigos dieron descripciones estimando el tamaño de las placas y su apariencia. Joseph Smith describió las planchas como “con apariencia de oro puro”. Sin embargo, la rareza, maleabilidad y peso del oro hace que sea poco probable que sean de oro sólido. Las culturas mesoamericanas tenían técnicas por las cuales el oro podía ser aleado con cobre, y el cobre se eliminaba de la capa superficial, dejando una superficie de oro enriquecida. Si se usara esta técnica para producir las placas, se verían como oro y tendrían una mayor resistencia al deslustre, al tiempo que tendrían mucho menos peso que el oro sólido.
Algunos estudiosos han realizado cálculos asumiendo una aleación rica en cobre y utilizando las dimensiones proporcionadas por los testigos. Llegan con una estimación de 40-60 libras, que está cerca del peso que describen los testigos. Pesado, ciertamente, pero difícilmente inverosímil para que un hombre lo levante y transporte, particularmente un granjero del siglo XIX acostumbrado al trabajo manual.