No pienses de esta manera. Jesús dijo que seremos odiados porque la gente lo odiaba primero. Además, a las personas no les gusta que se revelen sus pecados, prefieren permanecer en la oscuridad.
Mateo 24: 9 Entonces te entregarán para que seas afligido, y te matarán; y serás aborrecido de todas las naciones por amor de mi nombre.
Juan 3:18 El que cree en él no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación, que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más la oscuridad que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz, ni viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
Pero Jesús nos dice que somos bendecidos cuando somos tratados de esta manera por su bien:
- Cómo definir la fe
- ¿Por qué tanta gente viene a un lugar dedicado al intercambio de conocimientos para impulsar su fe y no esperar que les arrojen la lógica?
- Si la oración y la fe realmente pueden sanar, ¿por qué hay médicos en los hospitales, en lugar de líderes religiosos?
- ¿Cuándo supiste que era hora de dar un salto de fe? ¿Qué pasó cuando corriste este riesgo para mejorar tu vida / tú mismo?
- ¿Cómo recuperaste tu fe?
Lucas 6:22 Bienaventurados vosotros, cuando los hombres te odien, y cuando te separen de su compañía, y te reprochen y echen tu nombre como malo, por amor del Hijo del hombre.
Juan 15:18 Si el mundo te odia, sabrás que me odiaba antes de odiarte a ti.
También nos asegura que seremos odiados:
Juan 15:19 Si fueras del mundo, el mundo amaría a los suyos; pero como no eres del mundo, sino que te he escogido del mundo, por lo tanto el mundo te odia.
Las personas no quieren escuchar acerca de Jesús porque no quieren dejar de hacer el mal y porque no quieren creer que realmente hay un infierno. Pero solo recuerda las instrucciones de Pablo a Timoteo en 2 Timoteo: 4 Por lo tanto, te mando delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los muertos y a los muertos en su aparición y en su reino; 2 Predica la palabra; ser instantáneo en temporada, fuera de temporada; reprobar, reprender, exhortar con todo sufrimiento y doctrina.3 Porque llegará el momento en que no soportarán la sana doctrina; pero después de sus propias lujurias, se amontonarán maestros, con picazón en los oídos; 4 Y apartarán sus oídos de la verdad, y se convertirán en fábulas. 5 Pero cuídate de todas las cosas, soporta las aflicciones, haz el trabajo de un evangelista, prueba plenamente tu ministerio.
Sigue compartiendo tu fe en el amor. No es nuestro lugar cambiar los corazones de los hombres. Ese es el trabajo del Espíritu Santo de Dios. Nuestro trabajo es plantar las semillas de su amor y de las buenas nuevas del evangelio.