¿Es Dios el mayor fraude de la historia?

Dios y los dioses en general son todas creaciones imaginarias del hombre. Hace muchos milenios, eran algo reconfortantes como amigos invisibles, como el oso de peluche de un niño, que podían controlar la naturaleza si estaban lo suficientemente complacidos. Esto condujo a la creación de fraudes REALES, sacerdotes. Utilizaron el miedo y la ingenuidad de aquellos que los buscaron como guía para coaccionar una corriente continua de bienes, dinero y obediencia para su beneficio personal. Esto se ilustra mejor con la estupenda riqueza de la Iglesia Católica, en todo el mundo, que continúa esta fuga de su rebaño.

La pregunta sugiere fuertemente que es el dios cristiano a quien está considerando. Si es así, entonces la respuesta es “¡SÍ!”. Los dioses cristianos (hay tres) es, sin lugar a dudas, la mayor estafa de la historia. Primero, este culto monoteísta en realidad tiene tres dioses, pero el poder de la propaganda repetitiva oculta este hecho obvio. En segundo lugar, Jesús era un militante violento antirromano, miembro de los Sicarii / Zelotes, y fue ejecutado justamente por crucifixión por sedición, no para “salvar a la humanidad”. Tercero, la mitología de fondo para Jesús fue plagiada por el culto a Mitra, ¡que precedió a nuestro hombre por SEISCIENTOS AÑOS!

Jesucristo como la reencarnación de Mitra

Una vez que haya leído este excelente artículo, consulte los muchos otros elementos esclarecedores en este sitio. La lista de problemas con este cuento de hadas cristiano se expone y explica con suficiente detalle como para sacudir la jaula del cristiano más confuso, siempre que aún puedan aceptar hechos y verdades.

¡Disfrutar!

Actúas como si solo hubiera un dios, de hecho, los humanos han creado miles. Yo diría que todos son fraudes cuando las personas que los promueven no creen en ellos.

Eso no significa que ninguno de ellos sea real, solo que no es fraude a menos que sea un engaño deliberado.

Eso es asumiendo que él no existe. Solo puedo hablar como cristiano, es mucho más fácil asumir que no hay nada que creer en algo que no puedes ver, oír, tocar o hablar.

La idea de un Dios que me dio instrucciones en privado, sin nadie cerca, es un magnífico fraude. La única razón por la que funciona es por la presión social y el miedo a no saber.