Enviaría un Profeta a cada región, hablando en cada grupo de idiomas, para que todas las personas pudieran tener Mi palabra en una forma que puedan entender sin perderse en la traducción.
Haría que Mis Profetas entreguen el mismo mensaje idéntico en sus idiomas, algo en lo que la gente de Dios cree que no ha podido hacerlo, bendiciéndonos con el Corán (imposible de leer REALMENTE según lo previsto a menos que usted hable una antigua forma de árabe e imposible de relacionar a menos que vivas en las realidades de ese tiempo y lugar), la Biblia (¿quién lo ha leído en original y quién podría testificar que nada se pierde en la traducción? Vaya, de nuevo, muy pocos), y cualquier otro texto sagrado.
Solo tengo 15 minutos, así que mi mensaje sería conciso:
-Recuerda que los creé a todos iguales.
- ¿Cómo las personas que creen en la Biblia literalmente explican las motivaciones de Dios para el Gran Diluvio (Noé)?
- ¿Dios tiene pensamientos?
- ¿Cómo decide Dios lo que está bien y lo que está mal?
- ¿Por qué Dios no evita cosas terribles? ¿Es porque no puede, no quiere, las causa, no existe o algo más?
- Si Dios planea nuestras vidas, ¿por qué las personas tienen vidas terribles más allá de su control?
-Diferentes razas, sexualidades, identidades de género, presentaciones corporales …? Me gusta la diversidad, y a ti también.
-Amarse y ayudarse mutuamente. Incondicionalmente.
-Nada es un pecado a menos que se haga deliberadamente para causar agravio objetivo y demostrable a otra persona o personas.
-Vivir y dejar vivir. Tengo un lugar especial en el Infierno para que estos obliguen a otros a vivir la vida de manera diferente a la que elegirían.
-El cielo es real y es divertido.
Luego me aseguraría de que los idiomas que di Mi mensaje evolucionen de manera evolutiva (lo que, como efecto secundario, significaría que tendré que evitar todos los genocidios y las guerras de conquista).
Finalmente, implementaría un sistema de retroalimentación que mostraría a aquellos que perdieron a un ser querido cuando esa persona llegó al Cielo.
Después de lo cual, supongo, se me acabaría el tiempo y tendría que irme a la mierda y dejar el asiento a esa extraña criatura que originalmente era Dios, pero no antes de hacerlo jurar por su propio nombre. Mis cambios no se revertirán.