Respuesta corta. No. La entrada a la fe católica como adulto debe venir a través de una respuesta dada libremente por parte del individuo para desear los sacramentos mismos y entrar en la vida de Cristo y la Iglesia. Esta situación sería similar a la de alguien que simplemente rocía agua sobre las personas en un parque mientras dice la fórmula para el bautismo con la plena intención de bautizar. Estas personas no son bautizadas por la fuerza. Dios nos invita a relacionarnos con Él. El nunca nos obliga. Él quiere que lo elijamos libremente. Así como un rociado de agua al azar no tiene ningún efecto, tampoco lo hace alguien que viene a la Iglesia con una convicción completamente falsa.
Y si esto trae a colación el bautismo de bebés en su mente, esos bautismos son un escenario diferente ya que aún no tienen la capacidad de responder a la invitación, pero sus padres como sus tutores responden en su lugar, recordando su necesidad de darles no solo salud física pero también bienestar espiritual.