Se ha visto que la física toma una posición muy estratégica cuando se trata de Dios. Trata de evitar cualquier intervención divina en cada paso en la medida de lo posible, cocinando nuevos modelos y teorías cada día que pasa. Pero eso no necesariamente dice nada sobre la existencia de Dios.
Puede haber Dios o no, pero para nosotros es irrelevante porque incluso si Dios existe, las actividades del universo no se verán afectadas. Las constantes universales seguirán siendo las mismas y las leyes básicas de la física clásica y cuántica no cambiarán. Dios no va a romper las leyes de la física haciendo una intervención divina y cambiando tu vida. Al final del día es tu vida y tienes que decidir qué hacer con ella.
La relación entre nosotros y Dios es muy similar a la relación entre la E.coli que vive dentro de nuestro cuerpo y nosotros. Lo que pensamos o lo que queremos simplemente no altera su existencia y su vida de ninguna manera. Del mismo modo, a Dios no le molesta lo que queremos. El universo funcionará como debería.
Uno debe recordar:
[matemáticas] futuro = f (pasado, presente, aleatoriedad) [/ matemáticas]
No hay mucho que podamos hacer sobre el pasado y la aleatoriedad del universo. Todo lo que podemos hacer es dejar de esperar que Dios nos salve y utilice el tiempo presente.
Ayer es historia, mañana es un misterio, pero hoy es un regalo. Por eso se llama presente.