No existe tal cosa como “suerte” en el sentido de alguna fuerza que rastrea ciertos comportamientos y altera los resultados de situaciones basadas en esos comportamientos. Por lo tanto, decir que cualquier acción o comportamiento podría resultar en buena o mala suerte no tiene sentido para empezar. Podrías tocar el “palo” de un ciego 100 veces al día todos los días y el único efecto que podrías notar es que el chico se enoja bastante. La suerte no es una fuerza mágica. Las fuerzas mágicas no existen. No “gana” buena o mala suerte, y no se paga ni se puede canjear.
Las supersticiones son creencias no respaldadas en poderes sobrenaturales. No hay evidencia alguna de que la superstición que te preocupa tenga alguna base en la realidad. Vivir tu vida según estas reglas solo te restringirá. Hazte un favor y deja de lado cualquier fe que pongas en supersticiones. Solo sirven para desviarlo y nublar su juicio.