En la filosofía hindú, ¿qué condena a los intermediarios entre Dios y las personas?

El hinduismo no condena las formas en que las personas adoran. No condena a los intermediarios porque reconoce que toda adoración es eventualmente adoración propia. No puedes adorar a un ídolo físico, así como es imposible adorar a Dios real por medio de pensamientos, emociones y oraciones.

¿Por qué es imposible? Cada vez que adoramos a Dios, a cualquier Dios, incluidos los judíos, aborígenes, hindúes, cristianos o islámicos, nuestros pensamientos y apegos a ese Dios crean fuertes pasiones en nuestra mente. Como resultado de estas pasiones, los recuerdos relacionados con este Dios (generados al ver, oír, oler, tocar, leer, etc., etc.) se vuelven cada vez más fuertes en nuestra mente. Es ESTE IDOLO MENTAL AUTOCREADO es lo que adoramos. Esto se debe a una limitación de la mente humana. La filosofía hindú se ha dado cuenta de esta verdad: que toda adoración es adoración propia en última instancia. No hay excepciones a esto si usted es hindú, musulmán o cristiano. Todos los humanos son adoradores de ídolos.

Por lo tanto, el hinduismo no lo condena. Lo que parecen ser versos en los Vedas, etc., contra la adoración de ídolos simplemente señala la ignorancia del hombre. El hinduismo enseña que la única forma de ponerse en contacto directo con la divinidad real es observar la mente y sus pasiones, cuando el ego (la parte idólatra de la mente) se desvanece y uno se pone en contacto con el Dios real.

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Pero el hinduismo también reconoce que esto no es posible para la gran mayoría de las personas, por lo que no condena adorar a Dios. En el hinduismo, esta forma se llama “Bhakti yoga”, que es una de las cuatro formas. El bhakti yoga es lo que practican los musulmanes y cristianos, así como la mayoría de los hindúes.

Desafortunadamente, los practicantes del monoteísmo no son conscientes de que los ídolos reales están en su mente, y no en piedras u objetos, razón por la cual carecen de conciencia de sí mismos y tratan de condenar las piedras y estatuas e imágenes de otras personas. Es como señalar una piel de serpiente y creer que es la serpiente.

Los monoteístas necesitan despertarse y ver que están adorando a los ídolos reales y más monstruosos. A menos que entiendan esta verdad, el monoteísmo seguirá siendo destructivo.