Debemos hacer tres puntos para ver todas las facetas del problema planteadas por esta pregunta:
- El mundo no es determinista: ni el mundo de la materia ni, más aún, el mundo de los seres sintientes. ¿Puede alguna ciencia predecir mi elección con certeza, digamos, entre dos opciones A y B? ¡No! ¡Todo lo que tengo que hacer es decidir (usando “mi” libre albedrío) hacer esta elección al azar para derrotar cualquier esquema de predicción que la ciencia pueda idear!
- Lo anterior prueba solo que hay libre albedrío en esta creación, no que los individuos lo tengamos. Por el contrario, este libre albedrío no nos pertenece. La ciencia, las escrituras y la lógica argumentan que la noción de libre albedrío personal que la mayoría de nosotros tenemos es una ilusión. Los neurocientíficos han notado resultados experimentales que muestran que nuestra elección se hace en nuestro cerebro antes de que nos demos cuenta de ellos. Escrituras como el Bhagavad Gita dice que mientras la naturaleza (Prakriti) realiza todas las acciones, el individuo engañado asume que él es el hacedor. Un maestro realizado, por otro lado, sabe lo contrario. La Biblia también reconoce que “Hágase tu voluntad” en la tierra como en el cielo. Los musulmanes piadosos lo reconocen cuando usan la frase “inshallah”. La lógica también argumenta lo contrario. Dispuesto no es una acción consciente, ya que, como Einstein preguntó retóricamente, “¿Voluntad?” Si lo deseamos, lo haremos, lo haremos, y así sucesivamente hasta el infinito. Por lo tanto, el querer no es una acción consciente, sino un acto involuntario y, por lo tanto, no implica una libre expresión de nuestra elección. Esta lógica demuestra claramente la falacia detrás de nuestra noción de libre albedrío individual.
- Al juntar 1) y 2) arriba, concluimos que si bien hay libre albedrío en la creación, no es nuestro. ¿De quién es entonces? Mi propio punto de vista: Dios (como se afirma en las escrituras de muchas religiones y atestiguadas por hombres y mujeres iluminados).
Raju Chidambaram Autor “Ley del amor y las matemáticas de la espiritualidad” www.ceasis.com