Es cierto que todo el conocimiento es limitado, esa no es tu imaginación.
Pero esto no es una barrera para comprender lo absoluto. Hay un tipo de verdad que desafía la conceptualización: una verdad que eres, no una verdad que conoces.
Lo que puedes ser trasciende lo que puedes saber. Esa es la parte que escapa al típico filósofo analítico. Ser verdad es diferente a tener un montón de creencias, es diferente a seguir premisas lógicas a sus conclusiones, es diferente a acumular evidencia estadística y eliminar falacias.
Ser la verdad, en última instancia, implica compromiso. Te conviertes en lo absoluto al negarse a ser otra cosa. Esto no confiere omnisciencia, confiere un verdadero yo.
- ¿Hay alguna teoría de conspiración con verdad para ellos?
- ¿Por qué los creyentes de la falsa bandera piensan que cada ataque terrorista es una falsa bandera?
- ¿Cómo se usan las pociones de verdad en Harry Potter?
- ¿Está en la naturaleza humana negar la verdad?
- ¿La misma sustancia comprende tanto la conciencia como la materia?
El “yo soy” que importa es el que creas de la nada. Siendo su fuente, no tienes dudas al respecto. Todas las demás verdades, por incompletas que puedan ser, anidan dentro de esa muy bien. No tienen que ser perfectos para ser completos.