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Durante las campañas presidenciales de 2017, apareció, como una verruga antiestética en la nariz de la verdad, la justicia y el estilo estadounidense, un concepto que desafió no solo la lógica, sino el grado de madurez y sofisticación que se suponía que Estados Unidos tenía como país.
Esa verruga / concepto se llama: hechos alternativos . ¿Qué podría significar eso? Porque, de hecho, ¿no es la verdad el santo grial? ¿No es verdad lo que vive el corazón humano y por lo que muere la humanidad? ¿No es eso más allá de las meras apariencias lo que impulsa el curso misterioso de la vida? ¿No es la verdad la que da esperanza, inspiración y longevidad a nuestra felicidad? ¿Por qué tener la inteligencia, el coraje o la visión para buscar la verdad cuando todo lo que necesita es estar mágicamente correcto de la manera que más le sirva a través de los gustos de algo llamado: hechos alternativos? ¿Por qué luchar por la verdad? ¿Por qué buscar la verdad para sanar, resolver y unirnos cuando podemos deshacernos de la verdad y hacer COSAS? Eso es todo lo que hay para Trump. Su falta de respeto por este país no tiene límites. Entonces se convirtió en su líder para expresar una sincera falta de respeto por la verdad.
Realmente, ¿cómo se ATREVE él?
- ¿Puede el 70% de la verdad más el 30% de una mentira equivaler al 100% de la verdad?
- ¿Hay alguna verdad de que Jesús era tamil?
- ¿Cuál es la verdad más dura que la humanidad tendrá que aceptar en las próximas décadas?
- ¿Qué verdad de la vida te desanimó más de lo que esperabas?
- ¿Cuál es la verdad más dura que le has dicho a un amigo?
Así que Trump sacó ‘hechos alternativos’ de su gorra roja grasienta. Es demasiado impaciente para aprender la verdad, demasiado superficial para comprender más que una página de escritura y demasiado egoísta para profundizar cuando puede jugar al golf.
Bajo la supervisión de Trump, se sancionaron los ‘hechos alternativos’, basados en su propia incapacidad para lograr una calidad de conocimiento real acorde con un presidente. Bajo su vigilancia y con el inicio de su presencia, Estados Unidos se volvió menos sofisticado, menos inteligente y menos maduro a los ojos del mundo.
Entonces él lo sabe. Pero a él no le importa. América para él es un negocio. Y, tras los negocios fallidos que le siguen, deja mucho que desear.
Pero, sobre todo, lo que daña el espíritu humano dado por Trump y su pandilla de inadaptados deliberadamente desviados es el concepto de “hechos alternativos”. Que tal cosa podría volar incluso 2 pies en Estados Unidos. Existe la debilidad en la cadena.
Trump no puede manejar la verdad.
Va en contra de cada hecho alternativo más querido para su corazón.