El aborto y el aborto espontáneo (muerte fetal) se abordan en las Escrituras. ¡Dios está mucho más interesado en la humanidad de lo que piensas!
La respuesta simple a la pregunta es que no lo sabemos. La Biblia nunca aborda directamente el asunto de la resurrección de los bebés que nacieron muertos o se perdieron por un aborto espontáneo. No obstante, la Palabra de Dios contiene principios que tienen que ver con la pregunta y que pueden ofrecer una medida de consuelo.
Consideremos dos preguntas relacionadas.
- Primero, desde el punto de vista de Jehová, ¿cuándo comienza la vida de un ser humano, en la concepción o al nacer?
- Segundo, ¿cómo ve Jehová a los no nacidos, como individuos únicos o como simples colecciones de células y tejidos en el útero de una mujer?
Los principios bíblicos dan respuestas claras a ambas preguntas.
- ¿Cómo puede un hombre hacer el cielo?
- A las personas les gusta ir al cielo, pero no quieren MORIR, ¿cómo puede ser posible?
- ¿Qué se entiende por los 7 cielos en el Corán?
- Si hay un cielo esperándonos cuando muramos, ¿qué crees que hacemos con nosotros allí por toda la eternidad?
- ¿Nos encontramos con nuestros parientes en el cielo después de la muerte?
La Ley Mosaica reveló claramente que la vida comienza, no al nacer, sino mucho antes. ¿Cómo es eso? Demostró que matar a un feto podría incurrir en la pena de muerte. Tenga en cuenta esta ley:
“Debes dar alma por alma” (Ex. 21:22, 23)
Por lo tanto, el niño no nacido en el útero está vivo y es un alma viviente. Comprender esa verdad eterna ha ayudado a millones de cristianos a repudiar la práctica del aborto, viéndolo como un pecado grave contra Dios.
De acuerdo, el niño no nacido está vivo, pero ¿qué valor le da Jehová a esa vida? La ley citada anteriormente exigía que se matara a un adulto por causar la muerte de un feto. Claramente, entonces, la vida de un niño no nacido tiene un gran valor a los ojos de Dios.
Además, numerosos pasajes en las Escrituras revelan que Jehová ve a los no nacidos como individuos distintos. Por ejemplo, el rey David se inspiró para decir de Jehová:
“Me mantuviste apartada en el vientre de mi madre. . . . Tus ojos vieron incluso el embrión de mí, y en tu libro todas sus partes estaban escritas, en lo que respecta a los días en que se formaron. ”- Ps. 139: 13-16; Job 31:14, 15.
Jehová también ve que los no nacidos tienen rasgos distintos y pueden tener un gran potencial para el futuro. Mientras que la esposa de Isaac, Rebekah, estaba embarazada de gemelos, Jehová pronunció una profecía sobre los dos niños que luchaban en su vientre, sugiriendo que él ya veía rasgos en ellos que tendrían efectos de largo alcance. 25:22, 23; ROM. 9: 10-13.
Entonces, si bien la respuesta es que no sabemos, la Biblia nos da algunas pistas fuertes de que la respuesta sería positiva; que en la tierra del paraíso de Dios, aquellos abortados, espontáneamente o de otra manera, serían devueltos a la vida humana.