El Espíritu de Dios, que no es hombre ni mujer, da una voz de oración a los humanos que han llegado al final de su vocabulario y a la naturaleza, que clama por la redención.
Existe un vínculo de unidad entre todas las formas de vida. Este no es solo un hecho de sentido común de la biología, va mucho más profundo. Sabemos, por ejemplo, que las plantas se comunican entre sí; tienen su propia “inteligencia”. No hay razón para que adoren a Aquel que los ama de la misma manera que los humanos. Pero todos estamos extrañamente conectados.
Alabado sea el Señor de la tierra,
ustedes grandes criaturas marinas y todas las profundidades del océano,
relámpagos y granizo, nieve y nubes,
vientos tormentosos que hacen su voluntad,
ustedes montañas y todas las colinas,
árboles frutales y todos los cedros,
animales salvajes y todo el ganado,
pequeñas criaturas y pájaros voladores,
reyes de la tierra y todas las naciones,
ustedes príncipes y todos los gobernantes en la tierra,
hombres y mujeres jóvenes
viejos y niños.
Salmo 148
- ¿Existen Dios y los fantasmas?
- ¿Los cristianos (católicos romanos) creen que Jesús es Dios?
- ¿Por qué Dios permite que ocurran los genocidios?
- ¿Puede Dios rebobinar el tiempo?
- ¿Piensas, en general, que hay una ‘manera apropiada’ de orar a Dios?
Al adorar a Dios como “Padre”, lo hacemos porque solo podemos entenderlo por analogía. Eso no significa que Dios sea “masculino” en ningún sentido humano.