Gracias por A2A, anónimo.
Otros ya te han dado excelentes respuestas. Todo lo que realmente puedes hacer en esta etapa es decir “Hola, mi nombre es xxxx. ¿Cómo te llamas?”
Pero el tema más importante en el que debería estar pensando ahora es: ¿Por qué?
¿Por qué quieres conocerla, dado que ambos se toman en serio sus respectivas religiones? ¿Dónde ves que va esto, más allá de las presentaciones?
En cierto sentido, estás perdiendo tu tiempo y el de ella. Usemos nuestra imaginación y visualicemos la progresión típica de una relación:
-Ella y tú te encuentras e intercambias nombres
-La invitas a salir
-Los dos se conocen mejor
– Ambos deciden que realmente se quieren
-Le pides que se case contigo, y ella acepta
- ¿Son incompatibles la introversión y el cristianismo?
- ¿Pueden los cristianos incinerar un cadáver?
- Fui criado como cristiano. Si me vuelvo ateo, ¿qué cambiará?
- ¿Dónde nos ubicamos los cristianos cuando se trata de promover la igualdad y especialmente cuando se trata de los derechos civiles?
- ¿Cómo pueden los cristianos explicar la salvación?
Ahora, este es el punto donde la religión comenzará a levantar su cabeza fea, si aún no lo ha hecho:
¿Están ambos preparados para respetar la religión del otro?
-¿Qué tipo de ceremonia de boda tendrán los dos?
-¿Cómo se sienten los suegros? ¿Se llevarán bien? ¿Respetarán la religión del otro?
-Si / cuando queda embarazada, ¿qué religión tiene prioridad?
-¿Qué aspectos de cualquiera de las religiones se le enseñarán al niño?
¿El niño irá a una escuela cristiana privada?
¿El niño irá a un templo hindú o una iglesia cristiana?
La lista sigue y sigue. Sin embargo, la decisión es suya … ¡buena suerte!