El “día” bíblico no es un día literal de 24 horas, ya que a algunos les gustaría interpretar la Biblia. No hay tal indicación para apoyar eso.
Cada “día” bíblico representa una época de la creación total o puntos de referencia de ciertos eventos clave. Un “día” puede haber durado millones de años, como el “día” de los dinosaurios. Una longitud o lapso de tiempo no especificado; por ejemplo, “el día de mi abuelo”. No hay una medida de tiempo o duración específica de cada “día”.
El Creador es eterno y eterno. La Biblia dice que 1,000 años es como un “día” para ÉL, pero nuevamente no significa que los “días creativos” fueron cada 1,000 años tampoco. Ese año 1,000 más el “día por un año, un día por un año” es la clave para determinar el tiempo de ocurrencia de ciertos eventos como las profecías que predicen cuándo nacería el “Mesías”.
Si recuerdan, cuando los tres magos se acercaron a Herodes sobre el nacimiento de Jesús, Herodes llamó a los escribas y confirmaron que era el momento de su nacimiento y que había tenido lugar en Belén. Obtuvieron esta información de las profecías en las escrituras hebreas. Sí, los judíos sabían exactamente cuándo y dónde iba a aparecer el Mesías.
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La evidencia geológica y fósil respalda el hecho de que los días de creación no fueron días de 24 horas.
Un estudio cuidadoso de las Escrituras muestra que DIOS o el Creador o el que se llama Yaweh o Jehová en inglés trabaja dentro de los límites físicos naturales de nuestro universo la mayor parte del tiempo, excepto cuando se requirió algún evento sobrenatural particular y la mayoría de ellos usaron el recursos físicos de la tierra para lograr. Incendio, inundación, sequía, etc. La separación del Mar Rojo fue el resultado de un “gran viento”.