Estas son las premisas para una oración cristiana ortodoxa:
- debe haberse disculpado con todos a quienes perjudicó
- debe haber perdonado a todos los que lo perjudicaron
- debe amar incondicionalmente a todos, independientemente de su nacionalidad, raza o religión
- Además de las oraciones de la mañana y de la noche, debe participar en la constante oración del corazón con la cual su mente se dirige constantemente hacia Dios, sin importar lo que esté haciendo.
- honestamente debe verse a sí mismo como el único pecador del mundo que carece de excusa, mientras que todos los demás como santos
- debe rezar en tres partes: él mismo; los vivos, comenzando con su familia y las personas que le pidieron que rezara por ellos e incluyendo al mundo entero; y los que han fallecido.
Sin embargo, no se le permite ser parte de una liturgia o un sermón, ni siquiera rezar junto con nadie de ninguna otra denominación o religión. Esto se hace sabiamente claro en las reglas de la Iglesia Ortodoxa para proteger a sus miembros de virar lentamente hacia la herejía.