Si bien Chaim Peck obtiene puntos por explicar el ángulo religioso de la culpa judía, creo que se explica de manera más relevante desde el ángulo sociológico, como en “¿cómo puedes elegir hacer? [Completa el espacio en blanco con algo que no esté en las listas de tus padres “cosas de las que estarían orgullosos”] cuando sufrimos y sacrificamos tanto por ti para llevarte a donde estás hoy o, como diría literalmente mi abuela, “no te preocupes, me sentaré en la oscuridad “cuando lo que ella quería era que encendieras la lámpara por ella. Ella sacrificó tanto para que pudiéramos pagar esa lámpara, la electricidad para encenderla y el piso encendido, y la educación que obtuve para enseñarme cómo encender encendido. LO MENOS que puedo hacer es encenderlo para ella. ¿Entiendes? Y sí, mi abuela era infame por decir esto y decirlo. Literalmente.
De alguna manera, se supone que los judíos sabemos automáticamente exactamente lo que nuestros padres y abuelos quieren de nosotros y luego lo hacemos, alegre y constantemente, hasta que mueren, momento en el que podemos infligir la misma culpa a nuestros propios hijos. Entiendo que la diferencia clave entre la culpa judía y la culpa católica (un pariente muy cercano) es que la culpa católica está más en la línea de “mantenerse al día con los vecinos”, una especie de desilusión de la familia [“Dios mío, no eres ¿ir a la universidad? ¿Qué dirán en la iglesia?]. Sin embargo, podría estar equivocado acerca de la culpa católica: solo sé de segunda mano de novios anteriores que fueron criados católicos.