¿Cómo es la relación entre Turquía y la Hermandad Musulmana?

El actual gobierno de Turquía y la Hermandad Musulmana son movimientos democráticos y de base con una comprensión moderada y renovada del Islam. Considerando esto, es obvio por qué existe una gran simpatía mutua entre los dos. Por esta misma razón, ellos, y especialmente la Hermandad, no solo contrastan sino que en realidad amenazan la legitimidad de las monarquías en la península arábiga al hacer que parezcan regímenes represivos y pasados ​​de moda a los ojos de sus súbditos. No es de extrañar que los “regímenes pasados ​​de moda”, que además son ampliamente vistos no solo por la Hermandad, sino también por sus propios súbditos y otros musulmanes como marionetas occidentales condenables, detestan a la Hermandad y, en menor grado porque no es árabe, el movimiento político del presidente Erdogan en Turquía.

En realidad, este no es un mero invento democrático moderno por parte del movimiento de Erdogan y la Hermandad. En la tradición islámica, la palabra “rey”, que es malik, siempre ha tenido connotaciones de represión y egoísmo desde el comienzo de la historia islámica, a menos que se usara para referirse a Dios, quien según el Corán es el único justo y verdadero. Rey del universo y de las personas. Es por eso que la mayoría de los reyes islámicos clásicos prefieren llamarse a sí mismos no rey (malik) sino “sultán”, es decir, “autoridad” como eufemismo. De lo contrario, esta aversión islámica básica al concepto de realeza podría hacer que su reclamo de legitimidad sea mucho más inestable.

Claro, esta moderación y modernidad no son lo que los expertos occidentales quieren decir cuando usan los dos términos. Sin embargo, esto no importa ya que los académicos occidentales, los periodistas, los principales agentes de inteligencia y otros expertos no poseen el conocimiento o el derecho de imponer su definición de moderación en el Islam como una sumisión servil y sin sentido a los intereses de las élites occidentales (o como la cooperación y la obediencia a regímenes tiránicos seculares totalitarios sancionados por Occidente, como la horrible dictadura militar en Egipto).

Esta es la verdadera explicación del asunto no solo para mí, un estudiante de doctorado en historia intelectual otomana moderna, sino para muchos o más musulmanes piadosos en el llamado Medio Oriente, por muy educados que estén.