La física y el cristianismo van de la mano. No pueden existir constantes universales como la velocidad de la luz o las constantes que definen el electromagnetismo sin una pre-definición de esa constante. Sabemos que estas son constantes porque las observamos y las medimos con precisión y siempre son las mismas. En programación, las constantes se definen y existen antes de ejecutar un programa. Las pruebas que crean matemáticos y físicos muestran la arquitectura de lo que ya existe. Incluso en la mecánica cuántica y la física de partículas hay constantes medibles que nos dan más información sobre cada átomo del universo. Dios está en todas las cosas. Él es el Alfa y la Omega. El recíproco de la constante Alfa es 137.036: esta es la constante electromagnética que mantiene unidos al protón y al electrón en miles de millones de átomos en miles de millones de galaxias en el universo. Tiene que haber un Dios y eso Dios tuvo que decir
Que haya luz.