¿Cuál es tu historia de convertirte al Islam?

Crecí en Pakistán, donde la religión era un dogma que encontré en desacuerdo con mi personalidad abierta y una familia extensa que no practicaba. Fui a una escuela islámica segregada que usaba la religión como herramienta de disciplina. En la escuela secundaria, me metí en problemas por desafiar el nepotismo y el favoritismo de las autoridades hacia los niños y me avergoncé públicamente al tener que renunciar al cargo de Head-Girl en el consejo estudiantil. Todavía recuerdo vívidamente el día en que un maestro anunció en clase que fueron los pecados de nuestra gente los que causaron el terremoto de 2005 en Pakistán. Que Dios estaba castigando a toda la nación por nosotros. En octubre de 2005, tenía 16 años.

Después de la secundaria, me puse firme con mis padres acerca de irme al extranjero para seguir estudiando. Afortunadamente, me apoyaron mucho y me organizaron que me quedara con mis parientes en los Estados Unidos como mis guardianes una vez que obtuve la admisión en algún lugar de Massachusetts.

Como puedes imaginar, al venir a los Estados Unidos por mi cuenta en 2008 para estudiar en Mount Holyoke College, ¡sentí que estaba soñando! Me sentí como gente normal ! ¡Pobre de mí! Mi “normalidad” solo duró un año cuando decidí mantener mi hijab (pañuelo en la cabeza) después de terminar la oración en el aeropuerto de Karachi en el camino de regreso a Estados Unidos en 2009.

Ese año me deprimí clínicamente. Estaba enamorado de un chico de Pakistán que insistió en que si no me tapaba la cara, no se casaría conmigo. Mi hijab simplemente no fue suficiente para él. Mientras estaba en el campus, los estudiantes musulmanes más liberales me aislaron porque se sentían amenazados de ser vigilados moralmente por mí. Cuando visité a mis tías en Nueva York; una de ellas se reía mientras caminaba, burlándose de mis caderas sobresalientes cuando encontraba el emparejamiento de mis jeans y mi hijab extraño. Mi tío me dijo que o llevaba una abaya y niqab o que mi “mitad y mitad Islam” era inútil.

Estaba harta de mantener la imagen de un “musulmán perfecto”. Como mujer, sentía que las reglas eran tan estrictas que simplemente no tenía un lugar en el Islam. Al igual que cualquier otra persona de 20 años, yo también tuve otras luchas de “personas normales”.

Luego tuve la oportunidad de transferirme a una escuela en Europa y me abalancé. Cuando decidí hacer un tercer año en el extranjero en Glasgow, Escocia, decidí quitarme el hijab. Comenzaría completamente de nuevo en un país donde nadie me conocía. Me iría del Islam.

Un día vi los fuegos artificiales solo en la víspera de Año Nuevo de 2011 sobre el río Clyde en Glasgow; y un pensamiento se apoderó de mi mente y me pregunté si había un Dios, en caso afirmativo, ¿cuál podría ser su plan para mí? Me mantuve alejado de los musulmanes durante todo el año, así que al conocer a gente de la Unión Cristiana al día siguiente, me uní de inmediato. Estaba estudiando dibujo de figuras y escultura en la Escuela de Arte de Glasgow, por lo que el miedo al juicio de la comunidad musulmana por trabajar con desnudos me mantuvo a una distancia mayor.

Hasta que conocí a mi mejor amiga Sophie.

Sophie no era musulmana. Ella era la asesora residencial en mi salón de la universidad. Sophie había escuchado sobre el Islam y cuando su amigo, David, un converso al Islam, nos invitó a los dos a una reunión llamada Nuevo en el Islam , acepté vacilante.

Descubrí que Sophie era muy similar a mí, el tiempo pasó volando y comenzamos a pasar más tiempo juntos. Me gustaba cocinar mientras Sophie horneaba. Nos sentamos en cafés, miramos películas juntos, etc.

Ella tenía preguntas sobre el Islam y (adentro) yo también tenía las mismas preguntas. Así que investigamos, estudiamos y escuchamos hasta que una noche de primavera, recibí una llamada de ella,

“¿Te importa si voy a tu departamento?”

Sophie quería convertirse al Islam y quería que yo fuera su primer testigo.

Y el primer pensamiento que vino a mi mente fue “¡Oh Dios, por qué yo!”

Había llegado muy lejos. Me escapé de mi casa en Pakistán y dejé a mis parientes en Estados Unidos sin mirar atrás para escapar de mi identidad musulmana, y me golpeó como un tren. En el fondo sentía ganas de ser golpeado por Dios. Como si alguien me estuviera jugando una broma y yo solo estaba esperando que Sophie me dijera que solo estaba bromeando.

Cuando Sophie tomó su shahada (testimonio islámico de fe) a las 12:00 am en mi habitación, yo también renove mi fe. Aquí estaba, pensando que Dios me había abandonado en base a cómo los “musulmanes” me trataban, pero pensar que Él me usaría para ayudar a Sophie a enamorarse del Islam, lo que me llevó a enamorarme una vez más del Islam.

A través de las personas que conocí en Glasgow, encontré una forma práctica de conciliar el Islam y mi identidad secular. Sophie y ahora su esposo son escoceses orgullosos que defienden sus tradiciones escocesas tanto como defienden el Islam.

Ese verano siguiente fuimos a reunirnos y trabajar para Hamza Yousaf, uno de los ministros del Parlamento escocés. Por lo tanto, fue en el Reino Unido donde redescubrí mi fe y me di cuenta de que podía ser libre Y musulmán al mismo tiempo. Que no tuve que elegir entre uno sobre el otro.

A veces observo que el odio y el abuso provienen de aquellos que dicen ser “musulmanes” solo porque dejé el Islam antes de redescubrirlo. Actualmente soy estudiante en el Seminario Qalam en Dallas, TX. Académicamente, definimos a sahaba (los compañeros de Mahoma) como “cualquiera que conoció al Profeta como musulmán y murió en el Islam, incluso si rechazó la fe en el medio”. Eso es suficiente evidencia de que Mahoma no persiguió a todos los apóstatas. Cuanto más estudio sobre él, más me enamoro de su religión. Por lo tanto, ahora que soy conscientemente musulmán, siempre reflexiono sobre lo que haría Mahoma si estuviera en mi lugar.

Crecí (digo esto como si hubiera crecido, jaja. No, estoy creciendo) con mis padres cristianos, que vienen de Ghana. Ghana es un pequeño país ubicado en África occidental, donde la mayoría de las personas allí son cristianas y muy, muy religiosas (así como también musulmanes). Cuando era más joven, no veía ningún problema en ir a la iglesia, mis padres siempre me llevaban allí, así que era normal. Estudié con los grupos juveniles, y eso fue todo. Fue divertido. No tuve la opción de ir a la iglesia, pero mis padres me obligaron, y eventualmente mis hermanos, ir con ellos.

A medida que crecía, comencé a conocer gente nueva. No eran solo ghaneses, o cristianos como yo estaba acostumbrado. Por supuesto, todavía era cristiano, pero me gustaba la idea de aprender sobre diferentes religiones. Reunirse con estas personas hizo que esto sucediera. Pero me hice amigo de una niña musulmana en Turquía e incluso fingí ser musulmana mientras hablaba con ella (debo decir que mis ideas de “oración” eran bastante ridículas: D) Leí el Corán y ” rezó ”pero, por supuesto, todavía me sentía cristiano. Esto fue, creo, en 2015. De todos modos, eventualmente comencé a escuchar sobre las grandes cosas del cristianismo, así que decidí quedarme con mi verdadera religión.

Sin embargo, hay un tirón en mí para convertirme en musulmán. Leo de nuevo el Corán, leo muchos libros islámicos, escucho conferencias islámicas. Pensé con seguridad que me quedaría con el Islam esta vez. Intento ayunar durante el Ramadán (pero con mi familia cerca, no siempre pude mantener el ayuno), pero aprendí a rezar un poco por medio de recitaciones y videos, te lo digo, cada vez que rezaba, Me sentí increíble Cada vez que leía el Corán, me sentía increíble. Cuando podía ayunar, me sentía increíble. Incluso cuando hice wudu, me sentí increíble. El sentimiento fue fantástico. Conocí a muchos nuevos amigos musulmanes y me ayudaron a entender algunas cosas. Me sentía genial, pero el cristianismo todavía me estaba tirando. No quería estar “entre los perdedores” (como dice el Corán) pero no pude evitarlo. Finalmente, perdí a muchos de estos nuevos amigos (pero antes de dejar el Islam), no rezaba tanto, y algunas veces, no fue mi culpa. Realmente no quería volver al cristianismo al mismo tiempo. Entonces, me volví agnóstico por un tiempo. Me volví agnóstico después de ir a una iglesia nocturna y escuchar hablar a los tontos profetas de Dios. Pero, más tarde, los tirones del cristianismo se convirtieron en un tirón total, y yo fui cristiano nuevamente. Estaba leyendo la Biblia y tratando de entenderla de la misma manera que había entendido el Corán. Pero no estaba funcionando. Incluso había comprado una Biblia de estudio para adolescentes, que tampoco funcionó.

Entonces, comencé a decir que era cristiano y musulmán. ¿Cómo funcionaría eso? Créeme, lo hizo. La gente lo compró. Sin embargo, eso no me gustó, así que dije: “déjenme comenzar a leer el Corán nuevamente”. Lo hice y volví a mi fe. Sin embargo, había olvidado cómo rezar. Olvidé los ángeles y la mayoría de los 99 nombres de Allah. Pero no dejé que estos fueran obstáculos. No voy a dejar que estos sean obstáculos. Estoy aprendiendo a rezar de nuevo, poco a poco. Estoy aquí para quedarme esta vez. Allah me da fuerzas. El Islam en su conjunto me da fuerzas. Ahora puedo decir que, a pesar de tener que ser arrastrado a la iglesia y comer alimentos haram, soy completamente musulmán.

Afortunadamente, los sacerdotes y monjas de la escuela secundaria a la que asistí durante la década de 1970 me desprogramaron del cristianismo. ¿Qué puedo decir sobre los supuestos cristianos que bendijeron la guerra de Vietnam? Después de tres años de esta situación ridícula, grité por una liberación y recibí el consentimiento de mis padres para transferirme a una escuela secundaria pública. También me convertí en agnóstico, una visión que mantuve hasta encontrar el Islam.

Mi salida de la escuela parroquial y la inscripción en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en 1980, con especialización en historia y especialización en Brasil, fomentó mi alejamiento de la religión organizada. La década de 1980 planteó tareas terribles y desafiantes para los latinos en el campus. Nuestros hermanos y hermanas en América Central estaban siendo asesinados diariamente por escuadrones de la muerte entrenados por los estadounidenses. La pobreza y el desempleo en los Estados Unidos aumentaron mientras los ricos engordaban bajo la presidencia de Ronald Reagan.

Me uní a varias organizaciones en UCLA dedicadas a terminar con este horror. La política se convirtió en una religión sustituta para mí, no solo una forma de luchar contra la opresión, sino una sustancia para llenar el vacío que había sentido desde la infancia: la necesidad insatisfecha de llevar la justicia social al mundo. Pero, como puede atestiguar cualquiera que se haya sumergido en la política, la terrible ironía es que cuanto más profundo es el compromiso, mayor es la alienación. Las pequeñas disputas dentro de una organización se convierten en purgas políticas, y los amigos cercanos se convierten en demonios una vez que se desvían de la línea del partido. Rápidamente, me convertí en un cínico, y como muchos políticos quemados, tomé para beber.

En 1991, la URSS se fue, los sandinistas en Nicaragua fueron derrotados en las urnas, los rebeldes salvadoreños se desarmaron, y Cuba entra en la peor crisis económica de la historia, dejando a mis parientes de la isla rogándome a mí y a mi madre que envíen todo lo que podamos. puede volver a casa, incluso una botella de aspirina.

Trabajo y matrimonio

Personalmente, sin embargo, había comenzado a recorrer el largo camino de regreso a la recuperación, alhamdulillah (todo gracias a Allah). Ese año dejé de beber para siempre, recibí mi doctorado en Historia de la UCLA y me dirigí al mercado laboral.

Al año siguiente, me casé con una dulce mujer coreana-estadounidense de mi edad, y conseguí un puesto de titularidad en la Universidad Estatal de Kent (KSU) de Ohio, donde actualmente enseño la Historia de América Latina y la Historia de la Civilización. Después de siete años de investigación, convertí mi manuscrito sobre los barrios marginales de Río de Janeiro en un libro, Family and Favela, publicado en 1997.

Profesionalmente, nunca me sentí más satisfecho, pero en el horizonte surgió una crisis que casi destrozó mi vida. Estaba enojado con mis padres por no darme una infancia más feliz, alejado de mi esposa, y volver a adormecerme, esta vez no a través del alcohol, sino comprando aparatos de entretenimiento para llenar mi corazón vacío.

De la misma manera que otros tontos que obtuvieron victorias en sus carreras, comencé a dar por sentado a mi familia. Sin entrar en los sórdidos detalles, diré que mi ceguera emocional casi me costó mi matrimonio. Durante seis agonizantes meses, mi esposa me dejó, y no pasó un día en que no llore y grite como un animal para que regrese. Me puse de rodillas y recé a cualquier poder superior que pudiera existir para otorgarme el coraje de Jesús (la paz sea con él), Buda y Muhammad (la paz sea con él) solo para sobrevivir.

Lo único que sabía con certeza acerca de estos mensajeros es que sufrieron y comprendieron una tragedia personal y, sin embargo, salieron victoriosos, acusados ​​de una misión para ayudar a otros en apuros. La súplica (hoy diría dua ‘) fue respondida. Mi esposa regresó, aunque no merecía tanta misericordia de Allah, y este milagro me hizo querer explorar por qué la Divinidad, que ahora estaba segura de que existía, querría ayudarme.

Comenzando a buscar

Compré la famosa traducción de Muhammad Pickthall de los significados del Corán

Comencé a leer en el canon católico, desde las Confesiones de San Agustín hasta La imitación de Cristo de Thomas Kèmpis (por cierto, el libro favorito de mi madre), pero todo era demasiado seco y abstruso. A continuación, recurrí a la tradición mística, cubriendo los diarios de Soren Kierkegaard, los cuadernos de Simone Weil y la poesía “confesional” de Anne Sexton. Este fue el gran punto de inflexión. Estúpido, había estado examinando la religión a través de la lente de la razón. Sin embargo, a medida que estos viajeros seguían insistiendo, no hay un camino racional para encontrarse con Alá, solo lo que Sexton llamó “el terrible remar hacia Dios” que lleva a abrazar la fe.

Aún así, incluso el cristianismo poco ortodoxo predicado por los místicos parecía poco gratificante. Entregarme ciegamente a Cristo, incluso si él era el Hijo de Dios, me llevó de regreso a la escuela parroquial. No proporcionó respuestas detalladas sobre cómo reestructurar mi vida para que fuera de mí, el esposo y el exitoso profesor, coincidiera con el interior de mí, la criatura insegura demasiado asustada para saborear la vida.

En algún momento a mediados de los 90, compré la famosa traducción de Muhammad Pickthall de los significados del Corán para aumentar mis conferencias de historia sobre el Islam. Nunca había llegado a leerlo. Luego, en un viaje de Cleveland a Miami en 1999, por alguna razón decidí llevarlo en el avión. Recuerdo a la mujer en el asiento a mi lado preguntando qué estaba leyendo. “El Corán”, respondí bruscamente. Ella me miró perpleja. “El libro sagrado de los musulmanes”, agregué para su beneficio.

Ella preguntó: “¿Eso es lo que eres?”

Le respondí: “No, solo estoy interesado en la literatura mundial”.

Devoré aproximadamente la mitad del libro durante el viaje en avión de dos horas y lo terminé durante mi estadía en la casa de mis padres. Lo que me sorprendió es que el libro abordaba todo, desde la usura hasta el divorcio y los derechos de las mujeres. Todas las religiones afirman que son más que una religión, sino una forma de vida completa, pero solo en el Islam se cumple este voto.

¿Los católicos organizan su día en torno a la oración? Me pregunté a mí mismo.

¿Es el budismo algo más que solo jugar con el significado de las palabras?

Una voz desde adentro dice: “Esto es lo que quiero ser, y lo seré de ahora en adelante: un musulmán”.

Reflexioné sobre las conferencias que di en mi curso de Historia de la Civilización. ¿Qué les había estado enseñando a los estudiantes de Kent State sobre el Islam? – Que era la más democrática e igualitaria de todas las religiones del mundo ya que no reconocía distinción o mérito basado en raza, clase social, nacionalidad o género. Más bien el mérito se basó solo en grados de fe. Pero ahora, por primera vez, las palabras llegaron a casa. Todo lo que se necesitaba para hacer mi conversión final fue un evento desencadenante.

El punto de inflexión

Recife, Brasil: junio de 2000.

Asistí a una conferencia de académicos especializados en Brasil. Para leer material, traje un libro de poesía y oraciones sufíes, que había leído detenidamente durante mi fase “mística”, pero que nunca había terminado. En mi habitación de hotel, entre las sesiones de la conferencia, finalmente llegué a la última página y guardé el libro en mi equipaje. Más tarde, caminando por la hermosa playa, volví al libro escondido dentro de mis capas de ropa. Una voz desde adentro dice: “Esto es lo que quiero ser, y lo seré de ahora en adelante: un musulmán”.

Después de regresar a los Estados Unidos, traté de encontrar algunos musulmanes locales. ¿Pero cómo? ¿Debería buscar “Islam” en la guía telefónica? De repente, recordé que una vez tuve un estudiante en mi clase de América Latina, un joven afroamericano llamado Musa. Era un hermano tranquilo pero muy ingenioso y devoto que, cuando no asistía a KSU, trabajaba con adolescentes con problemas en Akron. Me había dicho que había una pequeña mezquita en Akron y que podía visitarla en cualquier momento.

Internet encontró la dirección para mí. Sabiendo que los servicios de Jummah se llevaban a cabo el viernes, pasé la noche del jueves de rodillas orando a Allah para que hiciera lo mejor por mí. ¿Era digno de unirme a la Ummah (nación islámica)? ¿Cómo sería recibido, ya que hay relativamente pocos musulmanes latinos? Mientras oraba, sentí lágrimas fluyendo por mi rostro, por primera vez en muchos años. Algo dramático estaba por suceder en mi vida, lo sabía.

Ese viernes, conduje de Kent a Akron para asistir a mi primera oración de Jummah. Al subir las escaleras de la modesta mezquita de dos niveles, me sorprendió la variedad de rostros: afroamericanos, asiáticos del sur, un hermano que “incluso parecía europeo”, como dije en silencio para mí, y varios árabes, incluido el Imam. Dio un ardiente pero controlado khutba (sermón). No recuerdo el tema, pero nunca olvidaré su frecuente encantamiento: “¡Oh, esclavos de Alá!” Esa frase me resuena hasta este día.

Julio Cèsar Pino murió ese día y nació Assad Jibril Pino.

¿Por qué alguien querría ser un “esclavo” de la Divinidad?

Encontré la respuesta que me rodeaba ese día: hombres de resolución, en paz consigo mismos, porque habían entregado sus vidas a Allah para que hiciera lo que quisiera.

La semana siguiente regresé, y después del sermón, tímidamente le pregunté a uno de los hermanos si él sería testigo de mi conversión. Para mi sorpresa, llamó a toda la congregación a reunirse a mi alrededor. El Imam administró la Shahadah (declaración pública de fe), y lo que más recuerdo fue su promesa: “Todos sus pecados anteriores son perdonados. En el Día del Juicio, seremos sus testigos de que tomó la Shahadah frente a nosotros. ” Julio Cèsar Pino murió ese día y nació Assad Jibril Pino.

Después del baño obligatorio, mi siguiente paso fue contactar a mis padres. Sabía que ninguna llamada telefónica podía expresar mi alegría, ni abarcar las enseñanzas del Islam, una religión totalmente desconocida para ellos. Por lo tanto, les escribí una larga carta e incluí una traducción al español de la Surah al-Fatiha (el primer capítulo del Corán). Casi tres años después, sigo pensando que mis padres “realmente no lo entienden”: no pueden comprender por qué y cómo el Islam cambió mi vida, pero son tolerantes. Ojalá pudiera decir lo mismo de algunos de mis colegas en la universidad. Abrazar el Islam es una cosa; practicar el Islam y cumplir con sus obligaciones es otra cosa. Cuando escribí y hablé públicamente sobre el genocidio de los palestinos en 2001, fui objeto de difamación, acoso e incluso amenazas de muerte en mi oficina. Sin embargo, esa es una tarifa bastante estándar para la mayoría de los musulmanes en Estados Unidos.

Nada viene antes de mi fe ahora. Lo que más me gusta del Islam es precisamente la disciplina que requiere de los creyentes, para que podamos ser una comunidad. Siempre pensé en mí mismo como una persona disciplinada, pero me llevó al Islam darme cuenta de que me estaba disciplinando por las cosas equivocadas. En mis días antes del Islam, decía: “Tengo que estar en ese cine exactamente a las siete. Tengo que ser el primero en la fila”. Hoy, después de realizar mis oraciones matutinas, me pregunto qué puedo hacer para avanzar el Islam, incluso de una manera pequeña. Podría requerir llamar a mi congresista para obtener una visa para un hermano extranjero que quiera venir a los Estados Unidos, o tal vez enviar dinero a una mezquita en Nigeria.

Profesionalmente, también he experimentado la conversión. Mi proyecto de investigación actual involucra la vida de esclavos musulmanes en el Brasil del siglo XIX y su conexión continua con sus tierras africanas. En mi clase de Historia de la Civilización, que me hizo interesarme por el Islam en primer lugar, ahora siempre incluyo el Medio Oriente contemporáneo, y he tenido el placer de recibir oradores invitados palestinos. Casi todos mis alumnos disfrutan esta parte del curso, y algunos incluso me han pedido que enseñe una clase exclusivamente sobre la historia del Islam.

En mi período de jahiliyya (días antes del Islam), dependiendo de cómo me sintiera ese día, respondía a quienes me preguntaban si era cubano, cubanoamericano o incluso estadounidense (si por casualidad vivía en Brasil).

Ahora, solo digo musulmán, y les dejo que me ubiquen en una categoría. Si están contentos y curiosos, entonces, con permiso de Allah, les cuento la asombrosa historia de cómo un cubano se convirtió en musulmán.

Crecí en Pakistán, donde la religión era un dogma que encontré en desacuerdo con mi personalidad abierta y una familia extensa que no practicaba. Fui a una escuela islámica segregada que usaba la religión como herramienta de disciplina. En la escuela secundaria, me metí en problemas por desafiar el nepotismo y el favoritismo de las autoridades hacia los niños y me avergoncé públicamente al tener que renunciar a la posición de Head-Girl en el consejo estudiantil. Todavía recuerdo vívidamente el día en que un maestro anunció en clase que fueron los pecados de nuestra gente los que causaron el terremoto de 2005 en Pakistán. Que Dios estaba castigando a toda la nación por nosotros. En octubre de 2005, tenía 16 años.

Después de la secundaria, me puse firme con mis padres acerca de irme al extranjero para seguir estudiando. Afortunadamente, me apoyaron mucho y me organizaron que me quedara con mis familiares en los Estados Unidos como mis guardianes una vez que obtuve la admisión en algún lugar de Massachusetts.

Como puedes imaginar, al venir a los Estados Unidos por mi cuenta en 2008 para estudiar en Mount Holyoke College, ¡sentí que estaba soñando! Me sentí como gente normal ! ¡Pobre de mí! Mi “normalidad” solo duró un año cuando decidí mantener mi hijab (pañuelo en la cabeza) después de terminar la oración en el aeropuerto de Karachi en el camino de regreso a Estados Unidos en 2009.

Ese año me deprimí clínicamente. Estaba enamorado de un chico de Pakistán que insistió en que si no me tapaba la cara, no se casaría conmigo. Mi hijab simplemente no fue suficiente para él. Mientras estaba en el campus, los estudiantes musulmanes más liberales me aislaron porque se sentían amenazados de ser vigilados moralmente por mí. Cuando visité a mis tías en Nueva York; una de ellas se reía mientras caminaba, burlándose de mis caderas sobresalientes cuando encontraba el emparejamiento de mis jeans y mi hijab extraño. Mi tío me dijo que o llevaba una abaya y niqab o que mi “mitad y mitad Islam” era inútil.

Estaba harta de mantener la imagen de un “musulmán perfecto”. Como mujer, sentía que las reglas eran tan estrictas que simplemente no tenía un lugar en el Islam. Al igual que cualquier otra persona de 20 años, yo también tuve otras luchas de “personas normales”.

Luego tuve la oportunidad de transferirme a una escuela en Europa y me abalancé. Cuando decidí hacer un tercer año en el extranjero en Glasgow, Escocia, decidí quitarme el hijab. Comenzaría completamente de nuevo en un país donde nadie me conocía. Me iría del Islam.

Un día vi los fuegos artificiales solo en la víspera de Año Nuevo de 2011 sobre el río Clyde en Glasgow; y un pensamiento se apoderó de mi mente y me pregunté si había un Dios, en caso afirmativo, ¿cuál podría ser su plan para mí? Me mantuve alejado de los musulmanes durante todo el año, así que al conocer a gente de la Unión Cristiana al día siguiente, me uní de inmediato. Estaba estudiando dibujo de figuras y escultura en la Escuela de Arte de Glasgow, por lo que el miedo al juicio de la comunidad musulmana por trabajar con desnudos me mantuvo a una distancia mayor.

Hasta que conocí a mi mejor amiga Sophie.

Sophie no era musulmana. Ella era la asesora residencial en mi salón de la universidad. Sophie había escuchado sobre el Islam y cuando su amigo, David, un converso al Islam, nos invitó a los dos a una reunión llamada Nuevo en el Islam , acepté vacilante.

Descubrí que Sophie era muy similar a mí, el tiempo pasó volando y comenzamos a pasar más tiempo juntos. Me gustaba cocinar mientras Sophie horneaba. Nos sentamos en cafés, miramos películas juntos, etc.

Ella tenía preguntas sobre el Islam y (adentro) yo también tenía las mismas preguntas. Así que investigamos, estudiamos y escuchamos hasta que una noche de primavera, recibí una llamada de ella,

“¿Te importa si voy a tu departamento?”

Sophie quería convertirse al Islam y quería que yo fuera su primer testigo.

Y el primer pensamiento que vino a mi mente fue “¡Oh Dios, por qué yo!”

Había llegado muy lejos. Me escapé de mi casa en Pakistán y dejé a mis parientes en Estados Unidos sin mirar atrás para escapar de mi identidad musulmana, y me golpeó como un tren. En el fondo sentía ganas de ser golpeado por Dios. Como si alguien me estuviera jugando una broma y yo solo estaba esperando que Sophie me dijera que solo estaba bromeando.

Cuando Sophie tomó su shahada (testimonio islámico de fe) a las 12:00 am en mi habitación, yo también renove mi fe. Aquí estaba, pensando que Dios me había abandonado en base a cómo los “musulmanes” me trataban, pero pensar que Él me usaría para ayudar a Sophie a enamorarse del Islam, lo que me llevó a enamorarme una vez más del Islam.

A través de las personas que conocí en Glasgow, encontré una forma práctica de conciliar el Islam y mi identidad secular. Sophie y ahora su esposo son escoceses orgullosos que defienden sus tradiciones escocesas tanto como defienden el Islam.

Ese verano siguiente fuimos a reunirnos y trabajar para Hamza Yousaf, uno de los ministros del Parlamento escocés. Por lo tanto, fue en el Reino Unido donde redescubrí mi fe y me di cuenta de que podía ser libre Y musulmán al mismo tiempo. Que no tuve que elegir entre uno sobre el otro.

A veces observo que el odio y el abuso provienen de aquellos que dicen ser “musulmanes” simplemente porque abandoné el Islam antes de redescubrirlo. Actualmente soy estudiante en el Seminario Qalam en Dallas, TX. Académicamente, definimos a sahaba (los compañeros de Mahoma) como “cualquiera que conoció al Profeta como musulmán y murió en el Islam, incluso si rechazó la fe en el medio”. Eso es suficiente evidencia de que Mahoma no persiguió a todos los apóstatas. Cuanto más estudio sobre él, más me enamoro de su religión. Por lo tanto, ahora que soy conscientemente musulmán, siempre reflexiono sobre lo que haría Mahoma si estuviera en mi lugar.

Me encantaría responder esta pregunta …

Gracias por este A2A.

Antecedentes : yo era la tercera hija de mis padres con un hermano menor, criado en una estricta familia brahmánica en el norte de la India. Mis padres estaban abiertos a la amistad con personas de otras religiones, pero cuando se trataba de amar los matrimonios, otras religiones estaban fuera de los límites y también otras castas. El chico podría ser de cualquier parte, pero debería ser un brahmán y una familia decente.

Desde mi infancia, siempre me pregunté por qué los dioses hindúes se parecen a nosotros. La respuesta que mi madre solía proporcionar era que el propio Dios tenía que sentir lo que se siente ser humano, sus pruebas y tribulaciones, la forma pura del amor de madre. etc., así que eligió nacer como humano y así se parece a nosotros. Pero nunca eliminó mi consulta.

Tenía un novio abusivo, llamémosle A desde mi graduación (solía golpearme o chantajearme emocionalmente a veces) y solía pensar que, dado que me había comprometido con él, mi compromiso significaría soportar todo lo que él me enviara.

Mi historia:

Dio la casualidad de que completé mi graduación y me inscribí en un curso posterior a la graduación, mientras que él tenía problemas con esta graduación. Entonces, se sintió más frustrado y solía desahogarse lanzando abusos y golpeándome a veces. Al año siguiente, completó su graduación y obtuvo la admisión en una universidad diferente, me trasladaron a mi albergue universitario y, mientras tanto, nuestros padres nos conocieron y entendieron que nos casarán cuando ambos estemos establecido en nuestras carreras.

Después de su admisión, solía pasar más tiempo con sus amigos y compañeros de cuarto y yo solía esperar todo el día por su llamada de 2 minutos alrededor de la 1 o 2 AM en la que solía decirme que estaba cansado y que iría a la cama.

Me concentré en mis amigos e hice 2 de ellos: una niña y un niño. Ahora nosotros 3 nos convertimos en un grupo apretado. Hablar por teléfono a altas horas de la noche y estar siempre juntos.

Este chico era musulmán y había muchas cosas que me intrigaban de él. Poco a poco comenzó a darnos dawah. La primera noche, las dos chicas acordamos lo que él estaba diciendo, pero la chica descartó decir: “lo que estás diciendo es correcto, pero que así sea”. Pero me dejó pensando.

Por qué tantas religiones, por qué era hindú, cuál era el propósito de la vida, por qué Dios nos creó, etc.

Durante el período de 8 a 9 meses, lanzaría preguntas y mi amigo las respondería. Gradualmente, nuestra amiga se separó y los dos, es decir, yo y ese tipo solíamos hablar solo sobre este tema. Fue él quien me presentó al Dr. Zakir Naik.

Durante este tiempo, me había encariñado con este nuevo chico y A se dio cuenta. comenzó con eso, ambos se sienten atraídos el uno por el otro, llamémoslo D. Entonces, molesté a D con esta pregunta hasta que estuvo de acuerdo, pero dijo que no quiere molestar mi vida con nada relacionado con él, así que planeó mudarse lejos.

Además, mientras tanto, me di cuenta de que el Islam era mi verdadero llamado y de ninguna manera podría seguir con A y si acepto el Islam, mis padres me negarían.

Le dije a A que lo estaba terminando con él. lo tomó a la ligera. pero cuando se dio cuenta de que hablaba en serio, me chantajeó, me atormentó, rogó y suplicó, y cuando nada funcionó, informó a mis padres que estaba teniendo una aventura con un chico musulmán. Le respondí que A era abusivo y mis padres lo dejaron ir y me defendieron.

Ahora, expresé mi preocupación por la conversión a D, por sobrevivir solo en el mundo cuando mis padres me abandonarán y ni siquiera estaba ganando en ese momento. D vino a mi rescate y dijo: “Si eliges convertirte, haré todo lo que pueda para ayudarte, incluso si eso significa ir en contra de mi familia, lo haré solo por el bien de Allah”. Tengo algo de confianza.

Regresé al Islam pero mis padres aún no lo sabían. pensaron que estoy en una relación con un chico musulmán y no lo aclaré. Sabía que no entenderían el islam y crearían obstáculos para mí.

Después de intentarlo durante 1,5 años, finalmente dejé mi casa y mis padres y elegí el Islam y me casé con D. Durante este año y medio, los padres de D me conocieron, aceptaron apoyarnos y me llevaron con su familia. Todavía recuerdo lo que dijo mi suegro la primera vez que nos conocimos. Él dijo: “Siempre quise una hija y Allah SWT me ha dado 1 hoy. Incluso si ambos no se casan, seguirán siendo una hija para mí “.

Mis padres, como siempre pensé, me repudian y me piden que nunca los contacte a ellos ni a nadie que conozcan. Los obedecí con un corazón pesado. Mis amigos de la universidad me rechazaron debido a un cambio en mi apariencia y mis pensamientos, y mis amigos de la infancia me dejaron porque desobedecí a mi familia. Entonces, perdí a todos los que conocía antes del Islam.

Ahora soy musulmán practicante con un esposo muy amoroso, un padre increíble en las leyes y una hija de 1.75 años.

PD: No me arrepiento de mi conversión, pero extraño a mi familia. Hago dua ‘a Allah swt para que mis padres vean la luz y la acepten antes de su muerte. Que Allah los perdone y los acepte en aakhira’h

Perdón por una respuesta súper larga

Actualización 1: Estoy desactivando la sección de comentarios debido a comentarios de odio innecesarios no deseados.

He tenido una larga búsqueda. Era católico, SUD, monoteísta pagano y unitario universalista, antes de encontrar un hogar satisfactorio en el Islam progresivo, un hogar con el que finalmente estoy en paz. Algunos de ustedes no han oído hablar del Islam progresivo, o no han investigado el Islam en absoluto.

Lo más sorprendente fue mi horror ante los ataques del 11 de septiembre en suelo estadounidense. Como la mayoría de todos en los Estados Unidos, los ataques a las torres gemelas del World Trade Center (American Flight 11 y United Flight 175) me aplastaron, el ataque al Pentágono (American Flight 77) y el accidente de United Flight 93 en la zona rural de Pensilvania en la mañana del 11 de septiembre de 2001. No era tanto que yo fuera un patriota americano teñido en la lana, sino que tantas personas murieron o resultaron heridas, una terrible pérdida de vidas que fue completamente innecesario. A eso siguió una cadena de bombardeos y terrorismo que aún continúa en todo el mundo.

Comenzando hace aproximadamente un año (en 2016), encontré un libro editado por Omid Safi, Progressive Muslims: On Justice, Gender and Pluralism . Lo compré y eso me llevó a encontrar el sitio web para musulmanes con valores progresivos (www.mpvusa.org). Me interesé en MPV en diciembre de 2016 y les envié un correo electrónico. Casi al mismo tiempo pedí mi propia copia del Corán y el hadiz. A partir de abril de 2017, cuando mi esposa y yo llamamos al fundador de MPV, tuvimos una discusión muy satisfactoria con ella sobre el Islam progresivo. Me he convertido al Islam progresista en todos los sentidos. Me apasiona pero reservado. Mi esposa pensaba tanto en ella que incluso está considerando convertirse al Islam progresista.

También soy novelista y mujer trans, y me operaron hace casi 23 años. Progresivamente soy menos defensor de las políticas exteriores estadounidenses tradicionales. Eso ha sido algo constante en los últimos 20 a 30 años, y una de las razones de mi atracción por el Islam progresista. Eso juega con mi amor por la escritura creativa. He escrito cuatro libros en una serie de siete. Una de las protagonistas es una niña bosnia musulmana. Sin entrar en detalles de la historia, su lucha por encontrar (qué más) el Islam progresivo es una de las principales facetas de la historia continua. En enero de 2017 me topé con Quora y comencé a responder preguntas. Ahora soy un ávido Corán, descubriendo que aproximadamente el 50% de mis respuestas son sobre el Islam y el 50% sobre varios aspectos de ser una mujer trans.

He tenido dos episodios de cáncer, de los cuales he estado en remisión durante casi nueve años. He tenido un derrame cerebral. Tengo la enfermedad de Alzheimer y artritis moderadamente grave. Pero todavía estoy relativamente saludable para una mujer de setenta años. La actividad mental requerida para escribir mantiene mi cerebro tan agudo como puede ser. Si no fuera por la escritura (mis novelas, Quora y la investigación relacionada), quién sabe dónde estaría ahora. Posiblemente, mucho más avanzado en el deslizamiento hacia el olvido de Alzheimer.

En pocas palabras, mi esposa y yo creemos en la casualidad. Que los acontecimientos han sucedido durante toda mi vida para llevarme a este momento, ser un musulmán progresista y tener a mi esposa cerca, no veo ningún accidente.

Trato de decir esto brevemente 😀 Entonces, soy de una familia cristiana (aunque no muy religiosa). Básicamente somos cristianos solamente “en los papeles”. Desde que era muy joven, siempre me han interesado las diferentes culturas y religiones, las formas de pensar, la filosofía, etc., así que básicamente he leído mucho sobre todas las diferentes religiones y cosas. Supongo que una de las razones de mi interés también es que siempre he estado tratando de encontrar mi propio camino y en lo que creo. Aunque ahora soy musulmán, sigo pensando que las diferentes religiones son formas diferentes de decir lo mismo. Pero por qué me convertí al Islam es porque siento que es la religión más auténtica y que los humanos no la han cambiado. El Corán sigue siendo exactamente igual que al principio. Por eso también creo que es la religión menos “hecha por el hombre”. Enfrente de lo que me di cuenta sobre el cristianismo en las lecciones de historia de la escuela secundaria (como la cantidad de personas que lo han cambiado con el tiempo y las nuevas iglesias han nacido debido a los desacuerdos de las personas, etc.).

Pero el punto en mi vida cuando realmente comencé a leer más sobre el Islam fue cuando conocí a una persona que era musulmana y estaba enamorada de él, así que estaba un poco obsesiva y quería aprender todo sobre él y su religión también. Así que comencé a leer, pero luego de que mi enamoramiento se detuvo, mi lectura también se detuvo y lo olvidé por un tiempo, pero todavía estaba interesado en secreto. Más tarde, comencé a leer sobre eso nuevamente cuando me molesté por todos estos conceptos erróneos que la gente tiene al respecto y quería tener un conocimiento real al respecto, por lo que si la gente (principalmente mi madre) comienza a hablar mal sobre eso, podría ser un astuto diciendo como “no, en realidad no es así, no como bla bla bla, etc.”. Luego, cuando conocí a mi novio actual (aunque primero solo éramos mejores amigos por mucho tiempo), que también es musulmán, y me preguntaba sobre qué sé sobre el Islam y le dije que realmente había leído el Corán y Muchas otras cosas al respecto, estaba tan sorprendido y feliz. Dijo como “owww, acabas de ganarte mi corazón, estoy tan contento de saber que eres tan encantadora …” y así sucesivamente me hizo feliz también y comencé a leer aún más. Más tarde, cuando ya estábamos en una relación, me dijo que quería que yo también fuera musulmán porque de lo contrario no podríamos casarnos más tarde. Lo pensé, pero era como no … no, nunca haré eso por nadie más … si realmente me ama, estará conmigo sin importar cuál sea mi religión … Pero esto realmente hizo algunas peleas entre nosotros. período de tiempo pero en algún momento dejó de hablar sobre eso y continuamos normalmente. Realmente me sentía tan ansioso por cambiar mi religión o personalidad por algo más que yo y estaba muy enojado con él. Pero luego, nuevamente, me interesé y cuanto más leía, más me gustaba y más quería leer al respecto. Entonces un día solo dije mi shahadah en secreto y no se lo dije a nadie, ni siquiera a él. Después de que aprendí a rezar, se lo dije. Pero fue un proyecto largo y sucedió de forma natural. Mis padres y mi familia todavía no lo saben porque sé que no lo aceptarían (mi madre es muy islamofóbica). A veces es difícil, por ejemplo, hacer mis oraciones o ayunar porque tengo que hacerlo todo en secreto. Pero alhamdulillah encontré mi camino y ahora estoy enamorado de esta religión 😀. Pero sí, mi historia era así: mucha lectura y más lectura y luego me di cuenta de que es lo que quiero ser. La ventaja adicional es que ahora puedo casarme con mi novio en el futuro. Pero realmente quiero decir que no me convertí para él ni para nadie más que para mí. Puede haber afectado, pero siempre he sido una persona demasiado terca como para cambiarme tanto por alguien y solo me enojo si alguien lo intenta 😀 ¡pero eso es todo!

Paz a todos ustedes, mis queridos lectores y Assalamu Alaykum.

Creo que uno de los criterios para la superioridad de una religión sobre otra son los valores espirituales. En mi opinión, al investigar la credibilidad de la espiritualidad tanto en el Islam como en el cristianismo, puede encontrar la respuesta.

El valor y la credibilidad de la espiritualidad en cada religión están conectados directamente con la autenticidad y validez de esa religión misma. Las fuentes religiosas del cristianismo presentan tales doctrinas que se oponen a la razón de una manera tan severa que incluso los mismos cristianos reconocen no mencionar el hecho de que la espiritualidad que emana de tales fuentes conduce a numerosas desviaciones. Esta es la diferencia básica entre la espiritualidad en el Islam y la espiritualidad en el cristianismo. Es decir, teniendo en cuenta el valor de las fuentes cristianas, la espiritualidad en su significado tradicional no es aceptable y, a veces, se opone a la razón y no puede ayudar al buscador de la perfección a alcanzar su objetivo.

Por otro lado, la espiritualidad del Occidente moderno está incluso privada de este tipo de conexión débil a la revelación. Cuando se trata de espiritualidad en el Islam, se origina en las doctrinas reveladas del Islam. En la cultura islámica, no es correcto decir que una parte de su vida es material y otra parte es espiritual. De hecho, todos los aspectos de la vida, incluido el matrimonio, el trabajo, el estudio, incluso los entretenimientos, el sueño, etc. pueden ser espirituales, si están conectados con las enseñanzas reales y genuinas que los profetas derribaron.

Para estudiar más, consulte ¿Cuál es la diferencia básica entre la espiritualidad en el Islam y la espiritualidad en el cristianismo?

Allah me habló a través de un hombre llamado Hussein. Era alguien que me gustaba. Comenzó a contarme sobre Irahman Irahim , El Noble Corán , Rasul Allah (SAW), Amir Al-Mu’minin (AS), Karbala ; También habló sobre Bakrii, Abu Bakr, ‘Umar, Aishe (LA). NUNCA le pedí que me contara ninguno de estos temas. Sin embargo lo hizo.

Estaba deprimido cuando conocí a Hussein (después de años de no haberlo visto o escuchado de él o de él). Una vez que introdujo el Islam Shi’a, lentamente sacudí mi depresión, me volví más fuerte cada día que pasaba. Me quedó claro: Illaha il’Allah . Mohammad-en Rasul Allah (SAW). Juré a Shahada con la ayuda de Alá a través de la guía del jeque Yasser Al-Habib , que las bendiciones de Dios sean con él, quien me ayudó con las frases y frases en árabe. El 6 de junio renací. Y no he mirado atrás. Hussein es mi hermano y mi mejor amigo hoy en día …

¡Enfrenté muchas dificultades antes de la conversión! Todavía estoy enfrentando pero hoy sé muchas cosas; Sé de qué se arrepentirán los humanos el Día de la Explosión.

Dificultades no es una palabra apropiada para definir ese viaje. Sufrí un infierno virtual de confusión , pérdida y desesperanza de casi 3-4 años.

  • Ni siquiera puedo decirte cómo se siente cuando no estás cerca de Dios de Abraham.
  • No tienes Evangelio, Torá o Corán en tus manos, lo que puede aligerar tu corazón al contar historias de Profetas. ya sabes, ni siquiera sabes palabras como “Abraham”, “Mensajero”, “Ángeles”, “Profetas”.
  • Recordé estar sentado en el techo de mi casa en el día de verano, estaba perdido, en pena, buscando a Dios por la paz interior después de sufrir desesperación extrema, desesperanza, estrés porque todo mi círculo de mejores amigos se rompió el uno con el otro.
  • Todo lo que tienes que conocer de Dios es: el cristianismo por la escuela y las leyendas de los llamados ‘dioses’ de los hindúes por la familia hindú.
  • Rezó 12 años seguidos de oración de la Biblia King James en la mañana, antes de comer y antes de salir de la escuela. Siempre me gustaron las oraciones que comienzan con “nuestro padre en el cielo”, pero a veces cantamos la canción “Oh Maa Marym, Tu hi maa bhagwan ki”, que transcribió como “Oh Madre Marym, eres madre de Dios”.
  • Dios es padre de todos y Marym es madre de Dios. La iglesia no estuvo abierta para estudiantes todo el año, sino solo en Navidad. Y cuando en una Navidad entraste a la Iglesia, viste una estatua del hombre en la cruz, apenas vestido, con un dolor profundo, sangre que fluía de las articulaciones de las piernas y las manos debido a la tortura extrema.
  • Y te dicen que Él es Dios, nuestro padre y María es madre. De cualquier manera, nunca creo que incluso yo solo tenía entre 10 y 15 años esa vez.
  • Los amigos musulmanes que tuviste ignoraban el Islam. Ellos, en lugar de Alá, juraron en nombre de las chicas de clase. Nunca hablaron de su religión hasta que uno de ellos me contó en la clase 10 por el favor de Alá. Cuando Allah el Exaltado me mostró a un anciano en la mezquita postrado en las paredes. Esto me hizo sentir tanta curiosidad que no pude controlar esa curiosidad y le pregunté qué estaba haciendo. Donde esta Dios ? No hay dios adentro. Pero eso es de futuro.
  • El cristianismo no me afectó un poco, pero lo que afectó fue el océano de las filosofías del hinduismo. El hinduismo es muy amplio, ¿verdad?
  • De todos modos, la dificultad más grande fue “Océano de confusiones que surge al explorar a Dios en el hinduismo” y esa es una historia real.
  • Lo guardé en PDF: lostguy.pdf, enlace compartible de Google Drive.

Rishabh Bishnoi, Supremacía de Allah, ¡la Alianza es solo para Allah!

La esperanza es la respuesta de la pregunta

Soy italiano y nací en una familia cristiana. Hace tres años viajé a Bahrein y viví allí durante unos meses. Estar en contacto con las familias y la comunidad musulmana me ayudó a abrir los ojos y el corazón y comencé a leer quraan ahlamdulillah.