La oración es comunión o comunicación con Dios o un dios. En ausencia de una creencia en una dieta personal, la oración puede ser en forma de meditación o una conexión con el “yo superior o divino”. Como tal, es inevitablemente personal y, por lo tanto, importante. El grado de su importancia depende de su importancia para el individuo. Para mí es muy significativo, por lo tanto, muy importante porque la única forma en que cualquiera puede vivir y experimentar es personalmente. No indirectamente sino directamente. Por lo tanto, mi contemplación más personal, conversación y comunicación sería a través de la oración. En la oración nunca me malinterpretan, malinterpretan ni juzgan mal. En la oración no pretendo porque soy completamente conocido y, por lo tanto, soy sincero y honesto en el sentido más íntimo. La oración puede ser una invocación o una súplica; una apelación a una entidad personal y benevolente para orientación o asistencia. Puede ser la súplica más sincera de lo que es más real de nosotros a lo que lo hace importante. La oración, en su nivel más profundo, puede ser la unión sincera, devota y más sentida de lo externo y lo interno, de todo lo que es, y el intento de ser consciente de ello. La oración puede ser …
Cuando era un niño pequeño, había un lugar donde vivía donde el superintendente del edificio estaba limpiando el sótano y había puesto muchas cosas en el patio trasero para luego deshacerse de ellas. Había muebles que el superintendente había desmontado y roto Y una pila de colchones apilados junto a ellos. Por alguna razón, los niños pequeños tratan sus camas como camas elásticas, me subí a la pila de colchones y saltaba. Después de un tiempo de intentar saltar lo más alto que pude, escuché a mi madre llamar desde la ventana para que bajara de allí antes de que me lastimara. Así que salté … y caí sobre unas tablas que tenían unas uñas que sobresalían de ellas. Y con la combinación de un par de zapatillas viejas y un desmontable que los jueces olímpicos habrían quedado impresionados, un gran clavo atravesó mi pie derecho. Un momento de mirar con asombro asombrado seguido de llamar a mamá. Y camino al hospital, mamá se consoló y se calmó. Mamá te aseguró que todo iba a estar bien. Y tú le creíste. Cuando un niño se cae y se lastima, corre hacia mamá y papá. A veces la oración puede ser eso también.