La libertad individual nunca significa libertad absoluta, descuido, ignorancia o desorden. Tiene sentido solo cuando se trata de un sentido de responsabilidad y saludos. Una nación o una sociedad solo pueden cumplir ciertas leyes y se supone que todos deben cumplirlas incluso a costa de algunos compromisos. También se supone que los legisladores deben conocer las aspiraciones, derechos y privilegios comunes. Los objetivos deben ser promover y garantizar la igualdad, la libertad y la fraternidad.
Sin embargo, el contexto es diferente aquí. Como mayoría, tenemos que sacrificar y hacer algunas concesiones a las minorías, para que no sufran. Se supone que ellos también deben respetar la ley del país además de los derechos y libertades individuales de la mayoría. El liderazgo y la administración deben ser lo suficientemente imparciales y estrictos para hacer cumplir la ley y hacer justicia, pero lamentablemente en la mayoría de los casos, sin darse cuenta y miserablemente no lo hacen, y esto no es una buena señal de democracia.