- Se necesita mucha voluntad y disciplina para emprender el ayuno del tipo que requiere el Ramadán. Tengo respeto por quienes lo realizan. Pero no para aquellos que usan este ayuno como una excusa para evitar el trabajo o tomarse un tiempo libre de su deber de ofrecer oraciones y otros tienen que cubrirlos. También me desanima cuando veo a los musulmanes cuestionando y obligando a otros musulmanes a seguir el ayuno si no lo están haciendo. La elección debe dejarse al individuo. Sin embargo, los mismos musulmanes no callarán acerca de cómo “no hay compulsión en la religión”.
- Tanto el ayuno del Ramadán como la peregrinación del Hajj son prácticas árabes paganas preislámicas que Mahoma continuó en el Islam. Esto arroja algo de luz sobre los orígenes reales del Islam y, para mí, levanta serias sospechas sobre si Mohammad realmente recibió algún mensaje de Dios.
- Los rituales alrededor de la piedra negra durante el Hayy son la definición idólatra y esto hace que toda la enseñanza de “idols-wirship = peor pecado” sea una gran broma para los mismos musulmanes.
Para que conste, soy un hindú politeísta creyente, adorador de ídolos.