Gracias por la pregunta: “¿La gente no cree en Dios por todo lo malo del mundo?”
Hay muchas personas que no pueden reconciliar a un Dios “bueno” que permite o causa el mal en este mundo. La antigua pregunta, “¿Por qué Dios permite que sucedan cosas malas a las personas buenas?” Es un obstáculo para muchas personas.
Por mi parte, creo en Dios debido a su promesa de que algún día se acabarán las actitudes y acciones malvadas en este mundo. Creo en Dios que es santo y justo y, sin embargo, compasivo y misericordioso. Él estableció los límites para el hombre y es el hombre quien ha excedido los límites. Así, el problema radica en el hombre, no en Dios.
Es casi como decir: “¿Los niños no deberían creer en sus padres debido a todas las cosas malas que les suceden?” Entonces, si los padres dan instrucciones claras para el bienestar del niño y ese niño siente que el límite es arbitrario y decide que no tiene que seguirlo. El resultado es si se lastima a sí mismo oa otros, si culpa a los padres o si acepta la culpa a sí mismo. ¿Puede decir: “¿Por qué no me detuviste? No eres un buen padre ”. El padre sabe que no puede proteger al niño de toda su decisión, de lo contrario sería un robot. ¿Deberían los padres rescatar a sus hijos antes de que tomen una decisión tonta? Ser humano es tener una mente, voluntad y emoción. Las reglas sociales son claras y si uno viola las reglas como en la conducción, la culpa recae en el conductor, no en la ley.
La gente tiene la noción de que Dios está obligado a rescatarlos de todo daño y enfermedad. Las reglas están ahí para rescatarlos de daños y enfermedades. Es la violación del hombre de las reglas lo que causa muchos de nuestros daños en este mundo. El hombre sabe que los huracanes golpean la zona costera, pero ¿qué hace el hombre? Él construyó su casa en la costa. No es que el hombre ignore los huracanes o los desastres. Es el hombre quien está devastando la tierra y causando contaminación y problemas de salud. El hombre estaba en la tierra para ser un administrador de la tierra, pero lo hemos administrado mal para beneficio personal. Dios no tiene la obligación de rescatarnos de nuestras propias acciones. ¿De qué otra manera aprenderemos que somos nuestro peor enemigo?
RESUMEN: Es fácil culpar a otros en lugar de apropiarse de sus propias acciones.